Deseos de Navidad

Hace unas semanas comenté una novela escrita en gallego, “In vino veritas”. Su autor es Fernando Castro, que tiene un blog llamado “A canción do náufrago”. Hace un par de días publicó una entrada titulada “Deseos de Navidad” que me gustó mucho, pero está escrita también en gallego, como todo el blog (www.franciscocastro.blogaliza.org). Me apetecía mucho compartir esos deseos que plasma maravillosamente, así que le pedí permiso para traducirlo al castellano y pasárselos a todos los ángeles. Aquí os los dejo, espero que os gusten tanto como a mí:
“DESEOS DE NAVIDAD
No soy creyente, no tengo sentimientos religiosos, pero tengo fe en la vida para repartir a montones y que aún me quede algo para mí en mi reserva cardiaca privada e intransferible. No celebro estos días nada que tenga que ver con la religión. Pero si que me sumo a los buenos deseos de Navidad, las palabras de amor, a los buenos propósitos de enmienda. Cómo no hacerlo.
Así que aquí os dejo mis deseos de Navidad para vosotros y para mí. Espero que Papá Noel, en el que no creo, lea este blog mío y tome nota. Deseo seguir siendo un fulano estratosférico, incapaz de evitar tener siempre la cabeza y el corazón, en las nubes, allí donde viven las musas, para hacer el amor con ellas y en sus caderas de pan de trigo; deseo que todas las noche sean nochebuenas y que siempre se pasen al calorcito caliente de un cuerpo amado; deseo que todos encontréis un nombre propio de otra persona a á que agarraros como salvavidas, como compañero de juegos, como luz por si viene la oscuridad; deseo que encontréis libros donde vivan versos que os hagan un agujero en el pecho hasta gritar estremecidos porque la belleza vino a daros un beso con mucha lengua; deseo fiestas, que al vida os dé más de lo que de deis, que tengáis a quien sostener y que tengáis quien os sostenga, que el panorama que se vea desde vuestras ventanas tenga, cuando menos, tonalidades marinas. Que subáis en un barco que os lleve a mares felices, a sueños cumplidos, a los cuadros de la vida bien pintada. Que os ataque una honda melancolía de amor y que encontréis muchas razones para dejar de ser melancólicos.
No sé si Papá Noel va a ser quien de darme todas estas cosas. Igual no le caben en un saco tan pequeño”
FRANCISCO CASTRO