Cuando llegue el momento de Josef Winkler

Sobre el autor:
Hay muchas razones para publicar a Josef Winkler, pero la fundamental es que se trata de uno de los mejores escritores austríacos actuales (de hecho, muerto Bernhard, es difícil encontrar otro que le iguale). A pesar de ser relativamente joven (nació en 1953), Winkler tiene ya una obra considerable. Ante todo, hay que decir que Winkler se inserta plenamente en ese género austríaco por excelencia que es el Antiheimat-Roman: la novela que, en lugar de cantar las virtudes de la tierra natal, se dedica a describir los horrores de la Austria profunda.
En el caso de Winkler, los temas que aparecen casi siempre son la muerte, la iglesia y la sexualidad. Algún crítico ha dicho que, si Bernhard sufre por Austria, Winkler padece el catolicismo.
Nacido en Kamering, pueblo perdido de Carintia, la obra de Winkler, muy autobiográfica, está marcada por una infancia traumatizante.
Abundantemente premiado hoy, tanto en su país como fuera de él, Winkler debutó con brillantez en 1979 con Hijo de hombre, la primera de tres novelas que, aunque independientes, componen una suerte de trilogía que se ha llamado «Carintia salvaje».
En ella cuenta el suicidio al alimón de dos jóvenes de su pueblo, utilizando un ronzal de vaca y una viga de granero, imagen que volverá a aparecer varias veces en su obra.
Las otras dos novelas de la serie, igualmente impresionantes, son El agricultor de Carintia y Lengua materna. En otras novelas suyas -El siervo, la más autobiográfica, y Cuando llegue el momento-, Winkler ha regresado a su Carintia natal, pero su geografía literaria no se limita a ella: también ha explorado la India (en Domra, que trata de una casta cuya misión en esta vida es incinerar cadáveres en Benarés); Nápoles (en su brillante novela El cementerio de las naranjas amargas), la vida de una refugiada eslava (en La expulsión); o la historia de su admiración sin límites por Jean Genet, que le llevó a ir a Larache a dormir sobre su -falsa, por cierto- tumba (El discípulo de Jean Genet).
Comenzando por su espléndido estilo, Winkler reúne todos los requisitos para convertirse en un autor de culto.
Por Miguel Sáenz

Cuando llegue el momento
En los años treinta, un hombre tiró un Cristo de tamaño natural por una cascada. El párroco, pintor de imágenes religiosas, encontró en el lecho del arroyo el crucifijo al que en la caída se le habían roto los brazos y puso aquel torso a la entrada de su parroquia. El sacrílego —contaba el cura— perdió por su acto infame ambos brazos en la Segunda Guerra Mundial. Poco después, el párroco levantó en el centro del pueblo, frente a la escuela, un monumento que representaba el Infierno. Al dar su catequesis señalaba con el dedo y los niños, pelados al rape, miraban por la ventana y veían al profanador de Cristo tendido en el suelo del Infierno, con las manos en alto, envuelto en llamas y con una serpiente verde enroscada a su cuerpo desnudo. Lucifer, con sus rojas alas de diablo, se inclinaba sobre el atormentado y vertía en su boca un vaso de hiel.

Recomendado por ELE

Pobres críos quedarían traumatizados para toda la vida!!!

Gracias Capri

¡qué fuerte!
me parece interesante el tema. Me lo apunto y ya veré si sigo con alguno más del autor. Me van los autores que hablan de sí mismos.
Muchas gracias,

Gracias Capri

He leído "Cuando llegue en momento de Josef Winkler" y he pensado que era el título y que te habías olvidado de poner el autor

Luego ya he leído la portada...

Gracias chicas

Capri y ELE VEO muchas gracias

¡Qué interesante!

Gracias, Capri y Ele Veo.

Capri Ele Veo