Si ya lo decía mi abuela...

Una bebida caliente puede reducir los síntomas del resfriado común y la gripe, incluyendo el cansancio, la congestión nasal, los estornudos y el dolor de garganta, según un estudio de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) publicado en la revista especializada Rhinology. Una taza caliente también reduce los escalofríos que acompañan a estas dos enfermedades víricas. Comparando los efectos con el consumo de las mismas bebidas a temperatura ambiente, los científicos han demostrado que la temperatura alta es fundamental para que el remedio surta efecto.

“Es sorprendente que este sea el primer estudio que analiza los efectos de una bebida caliente sobre el resfriado”, reflexionaba Ron Eccles, coautor del trabajo, que está convencido de que la gran ventaja de este tratamiento sintomático es que es “barato, seguro y efectivo”.

Amosssss, ni que hubiesen descubierto la polvora. Mi abuela nos arreaba un caldito cada vez que nos oía estornudar

Listo, el hombre, si.......
Lo decía , tu abuela, la mía, mi madre, la tuya...
En mi casa en vez de caldito te arreaban, leche caliente con yema de huevo,
otia, que asco me daba....

Yo creo que con el copago se volvera a lo mismo

En mi adolescencia la leche con miel

Mas tarde el GROG, que ese si que entona (no olvidar un par de clavos de olor pinchados en el limon)



Para no quedar GROGY, tomar ambos elementos con moderacion (son complementarios)

Mi madre me ponia una yema de huevo con azucar, para suavizar la garganta. Me gustaba tanto, que me hacia la ronca.

Que asco, Pepi, por Dios, que ascazo.....no te copio

Ahora no me lo comeria, pero recuerdo que estaba buenisimo.
Tu te lo pierdes

Pues lo del Grog no lo sabía, pero el resto si.
Y a día de hoy, cuando tengo frío, me tomo un té con limón y mejoro sorprendentemente. Es más, las bebidas calientes también quitan la sed en verano.
Deja que lo descubran. Les dan el Noble.

P.D.: que conste que soy de las que confío enormemente en la ciencia, pero a veces,.....

pepi escribió:Mi madre me ponia una yema de huevo con azucar, para suavizar la garganta. Me gustaba tanto, que me hacia la ronca.

La mía le agregaba un poquito de Oporto. Era tan esmirriada que lo usaba como tónico para fortalecernos a mi hermana y a mi.