El tiempo de las mariposas - Margaret Fountaine

Corría el año 1940 cuando unos lugareños de la isla de Trinidad encontraron el cuerpo moribundo de Margaret Fountaine en una cuneta de la carretera. Al poco tiempo, el museo de Norwich, en Inglaterra, recibiría el legado de su excéntrica conciudadana: unas hermosas cajas de caoba con más de veinte mil ejemplares de mariposas procedentes de los cinco continentes, y un cofre sellado, que por expreso deseo de su dueña, sólo podría abrirse el 15 de abril del 1978. Los años fueron pasado y por fin llegó el gran día: ante la mirada de periodistas y curiosos, aparecieron los doce volúmenes del diario íntimo que Miss Fountaine había empezado a redactar al 15 de abril de 1878, cuando aún era una recatada jovencita de buena familia. Cien años habían transcurrido desde las primeras y tímidas anotaciones, que irían tomando cuerpo, hasta convertirse en un relato de viajes intrépidos en busca de mariposas y de aventuras insólitas a la caza del hombre ideal. Tras un primer intento fallido, que la llevó a Irlanda para comprar el amor de un canalla que nunca la quiso, sus incursiones a Oriente, India, África y América le proporcionaron un oficial de la marina egipcia, un aristócrata húngaro y un investigador siciliano, hasta que finalmente recaló en los brazos de Khalil Neimy, un joven guía sirio que la amaría y serviría con devoción durante casi treinta años. Coqueta, desenvuelta y muy decidida, Margaret buscó y encontró su libertad sin perder nunca los modales de una gran dama, y El tiempo de las mariposas recoge los mejores momentos de esa intrigante cacería que fue su vida.

Autora:  Margaret Elizabeth Fountaine (1862-1940) fue una ilustradora y especialista en lepidópteros británica. A los 27 años, Fountaine y sus hermanas se independizaron financieramente, al haber heredado una considerable suma de dinero de su tío lo que le permitió viajar por el mundo, a través de Europa, Sudáfrica, India, Tíbet, América, Australia y las Antillas, recolectando mariposas en sesenta países en seis continentes durante cincuenta años, convirtiéndose en una experta en ciclos de vida de mariposas tropicales y publicando numerosos artículos sobre su trabajo en revistas como The Entomologist's Record and Journal of Variation. En 1898 fue elegida miembro de la Royal Entomological Society y participó en las reuniones. En sus diarios, señaló: "Sé muy bien que soy la única representante de mi sexo presente, con la excepción de una dama visitante". De acuerdo con su testamento, tras su muerte, su colección de mariposas junto con una caja, fueron depositadas en el Norwich Castle Museum con la condición de que no se abrieran hasta que no hubieran transcurrido 38 años después de su fallecimiento. En 1978, junto con la colección, fueron descubiertos sus diarios, 12 tomos. Una selección de los mismos fueron editados por el editor asistente del Sunday Times W. F. Cater, publicados en dos libros bajo los títulos Love among the Butterflies (1980) y Butterflies and Late Loves (1986).