Comentario a la serie Honor Harrington I-VI

Bueno, habiendo empezado ya con los volúmenes no editados en España, estoy en posición de comentar algo sobre los 6 primeros que sí han sido editados en nuestro país, y de paso “invadir” los dominios de Don Valadares por un rato…

Antes de nada, decir que estamos ante lo que se conoce como “Space Opera”, subgénero militar. Una rama de la Ciencia Ficción adorada por unos y denostada por otros, siendo ésta una polémica que aquí obviaremos, pues cada cual tiene su punto de vista sobre el particular, y para opinar sobre ello nada como leer y formarse una idea propia.

Sin perjuicio de lo que más adelante comente, hay que decir que los libros son entretenidos y relativamente sencillos de leer (lo de “relativamente” va por los lectores no asiduos a la Sci-Fi y, por tanto, no habituados a la “jerga futurista”. Para los aficionados no hay ningún problema, lógicamente). Si lo que se busca es evasión y pasarse un rato entretenido leyendo, sin mayores complicaciones, Honor Harrington es una buena opción, particularmente los que gustan de ver historias proyectadas en un futuro lejano.

Dicho esto, lo gracioso del tema es que Honor Harrington puede ser de agradecida lectura tanto por sus virtudes (no demasiadas, si hemos de ser estrictos al respecto) como por sus “defectos” (que en algunos casos son algo hilarantes, todo hay que decirlo). Vamos a ver por qué:

La heroína.
Honor Harrington es una moza de más de 1,90 m. de altura, dotada de memoria fotográfica, militar naval de carrera, nacida en un mundo con gravedad relativa superior a la terrestre. Dicho con otras palabras, es la chica que todos querríamos tener como “amiga” (..o algo más, depende de los gustos), pero ciertamente no como adversaria. Es especialista en artes marciales, domina el tiro con armas portátiles (tanto “antiguas” –es decir, la de nuestra época actual- como las propias de su tiempo), es sumamente inteligente y una militar muy competente, por decir poco. Una mujer de indudable atractivo (que no “belleza típica”), con conciencia moral, educada y culta. Vamos, un chollo para todo hijo de vecino que además de quedar prendado de sus muchas virtudes quiera por pareja una auténtica “maquina ética de matar” formada en la Academia Manticoriana. Por otro lado, no carece de ciertos “traumas” de juventud provenientes de experiencias poco agraciadas, por lo que es mujer de fuerte personalidad pero no muy fácil al trato superficial, ni dada a eventos sociales.

El Entorno socio-político
Si bien el personaje de Honor Harrington no carece de ciertos clichés y estereotipos que configuran su personalidad, la munición de éstos es más abundante en el entorno que David Weber ha creado como “Universo Harrington. El Reino de Mantícora (al que pertenece Harrignton) es una versión futurista de la más rancia Gran Bretaña, es decir, una “monarquía parlamentaria” con cámara de lores y comunes incluida, en la que brilla con luz propia una aristocracia dominante y que establece las normas en las que los “plebeyos” han de basar sus “modernas” vidas. En fin, todo un anacronismo de cierto pasado reciente que todos conocemos, pero llevado al futuro distante.
Pero, además, la “República Popular de Haven”, la potencia antagónica de Mantícora, va a encauzar tópicos históricos terrestres de lo más peculiares; en ella veremos elementos que, en principio, recuerdan a la U.R.S.S y el expansionismo soviéticos, “mundos satélites” incluidos. También veremos “revoluciones” de signo burgués con instauración de un “Comité de Salud/Seguridad Pública” y un juego de palabras respecto a personajes (Robes/Pierre) que claramente denotan una influencia de los hechos acecidos en la Revolución Francesa (con inclusión del eufemismo “ciudadano X”, “ciudadano Y” para personajes relevantes en cuanto a su trato). Finalmente, la influencia soviética se dejará notar en la inclusión del típico comisario político que verifica y controla las actividades de los militares.

Todo ello lo acompañamos de mundos a lo “Grayson”, es decir, planetas de “machos alfa” en que la mujer, exquisito objeto de deseo y decoración, se presta a una feliz poligamia con sus dominantes maridos, que a su vez engrosan un sistema claramente feudal, de los que fácilmente se conocieron en la Tierra hace unos siglos.

Por supuesto, no diremos aquí como Honor Harrington enfrenta estos hechos, por no desvelar la trama de los libros.
Pero sí diremos que, aunque Honor y Mantícora (léase, un contubernio futurista entre UK y USA) representan la “modernidad y progreso” del universo conocido, entre otros, dicha civilización no carece de graciosos anacronismos además de los citados más arriba. Es un mundo en el que se permiten los “duelos de honor”. De hecho, en algún momento de la lectura, se recuerda fácilmente la magistral obra de Ridley Scott, “los duelistas” (que recomiendo para el que no haya visto esta película):



En resumen, es éste un universo futuro lleno de tópicos de la Historia terrestre, todos combinados en un interesante (y no muy verosímil) cocktail, en el que Honor Harrington ha de prevalecer, como heroína que es, incluso a su pesar.

Aspectos militares
Siendo, como se ha dicho anteriormente, Space Opera Militar, es de suponer que los aspectos meramente bélicos tienen un gran protagonismo. De hecho, alguna crítica que he leído destaca las obras de Honor como las dotadas de las “mejores batallas que se puedan leer en la rama de Sci Fi a la que pertenece”.

Bueno, pues va a ser que no. Desde luego, David Weber se encarga de que seamos informados de los aspectos y terminología más importantes para entender cómo se libran las batallas futuras en el espacio… pero no puede negarse una influencia enorme de las batallas navales libradas por la Armada Británica en los siglos XVIII y XIX. En realidad, algunos pasajes de los libros en cuestión recuerdan a:



Master & Commander (es decir, las obras que todos conocemos del autor de los libros en que se basa esta historia)

Así que…¿innovación? Bueno, en apariencia…sí. Naturalmente, hemos sido dotados de elementos futuristas, tecnológicos y científicos, que caractericen los enfrentamientos navales de Honor…. Pero lo cierto es que, resumidos a lo simple…la cosa pasa por lo siguiente: (1) si estamos cerca, tenemos las “armas de energía” (rayos, láseres y “gráseres”) para cargarnos al enemigo. Y (2) si no estamos cerca, se trata de un duelo de misiles (nucleares o de carga láser), con sus correspondientes contramedidas electrónicas y artefactos de intercepción táctica (antimisiles).

Por tanto, algo bastante familiar; gana el que más misiles tiene o el que demuestra ser más listo con los recursos a su alcance.
No deja de tener sentido, pero cuesta un poco pensar que milenios después al momento de escribir estas palabras, los militares se maten de forma tan parecida a la actual.

Otros aspectos destacables
El primero de ellos es, sin duda alguna, el personaje principal tras Honor, es decir, “Nimitz” (no puede obviarse el nombre de este famoso almirante norteamericano…) que no es humano. Es un “ramafelino” que ha adoptado a Honor Harrington. Para entendernos, es un gato. Un gato de ciencia ficción, desde luego, con seis patas y muy, muy listo. Empático, pseudo-telepático y de gran inteligencia, parece más el arma secreta de Honor Harrington que un “compañero y amigo” de ésta, a la que nunca deja sola.

El segundo es el “amor”. Honor se enamora; es una mujer con experiencias difíciles y cierta carencia de autoestima respecto a su belleza sexual y sensual … pero encuentra el amor. Y sufre.
La cuestión es que…si alguien espera un complejo relato de los sentimientos experimentados por una mujer junto con su pareja, en relación al vínculo amoroso que los une y las dificultades que toda relación impone, tarde o temprano, a sus protagonistas…. Pues no lo va a encontrar leyendo los libros de David Weber.

Conclusión
“El saber no ocupa lugar”, y entretenerse leyendo es, de por sí, algo maravilloso. Honor Harrington puede ofrecer estas cosas. No es ninguna obra maestra de la Sci- Fi. No es tampoco una obra maestra del Space Opera. Está claro que nunca se pretendió que lo fuera.
La mayor pretensión fue “construir” una heroína femenina que triunfa sin paliativos en un mundo muy masculino (por mucho que se hagan referencias a la “igualdad de sexos en Manticora”) y que, además, es agradable y fácil de leer..sin mayores ambiciones.

Desde mi punto de vista, es una apuesta correcta para aquéllos momentos en este tipo de lectura se agradece.

(NOTA PARA El MODERADOR: Mantícora goza de superioridad tecnológica, y sus ordenadores son los más “cool” y mejor diseñados. Es razón suficiente para pensar que sean los herederos futuros de Apple….)

Vaya reseña que has hecho osomax.

Honor Harrington es otra de las sagas que tengo pendientes desde hace tiempo, pero no me he animado a comenzar aún.
Son muchas las sagas que tengo empezadas y creo que estoy empezando a mezclar los personajes.

Le daré una oportunidad cuando quiera leer algo ligero. No estoy muy puesto con las Space Operas, pero me parecen bastante entretenidas por lo general.

Saludos.

Pedazo de comentario Osomax

A mi me gustó mucho el primero, bastante el segundo, menos el tercero y.....estoy a ver si me animo con el cuarto, pero sin muchas prisas.

P30T escribió:

Vaya reseña que has hecho osomax.

Honor Harrington es otra de las sagas que tengo pendientes desde hace tiempo, pero no me he animado a comenzar aún.
Son muchas las sagas que tengo empezadas y creo que estoy empezando a mezclar los personajes.

Le daré una oportunidad cuando quiera leer algo ligero. No estoy muy puesto con las Space Operas, pero me parecen bastante entretenidas por lo general.

Saludos.

Harás muy bien...falta de entretenimiento no habrá

BB escribió:Pedazo de comentario Osomax

A mi me gustó mucho el primero, bastante el segundo, menos el tercero y.....estoy a ver si me animo con el cuarto, pero sin muchas prisas.

Por el quinto y sexto la cosa se anima con varios de los elementos que aquí he citado, BB...
Particularmente cuando Honor encuentra el amor .. y ...... me callo!