Comentario a la saga "Fuerzas de Defensa Coloniales" y "La Historia de Zoë"

El verano ya está aquí, y dicen que es época de lectura relativamente fácil, de evasión y sin grandes complicaciones. Lo que impera es relajarse, y más en los tiempos que corren.

¿Os gusta la Ciencia Ficción?

¿Sois aficionados al “Space Opera?

¿Pertenecéis al colectivo que piensa que no hay nada más relajante que una buena batalla contra los malvados alienígenas que se opongan al desarrollo de la humanidad por el Universo?

Si la respuesta es afirmativa en todos los casos, me estoy preguntando cómo no os habéis leído ya la saga de Fuerzas de Defensa Colonial. Venga, no os lo penséis más, id a por los libros y empezad la saga, que consta de los siguientes volúmenes:

La Vieja guardia

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Si os digo que el libro empieza anunciando que lo primero que hizo el protagonista al cumplir los 75 años fue visitar la tumba de su mujer y alistarse en las fuerzas armadas…. ¿no sentiríais curiosidad por seguir leyendo y descubrir qué está pasando?

Ya lo creo que sí. Y es que tal punto de partida introduce el gran elemento innovador de esta serie de Space Opera. Por un lado, un geriátrico reconvertido a fuerzas de choque. Por otro lado, el encontrarse con la sugerencia del famoso mito de Frankenstein llevado al futuro, en el que John Perry será el protagonista principal de la odisea.

Las brigadas fantasma

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Aquí nos encontraremos con el apogeo del mito de Frankenstein, y con la aparición del que es, para mí, el personaje más interesante desde el punto de vista creativo: Jane Sagan. Lástima que su naturaleza no sea desarrollada con más profundidad, porque no hay duda de que hay material de sobra para ello. Sin embargo, Scalzi es un devoto del “Space Opera” y no un analista de la psicología íntima de sus personajes. ¿Lástima?...bueno, quizás. En todo caso, no se puede tener todo en la vida. Probablemente, si tal cosa hubiera ocurrido y Scalzi hubiese querido –o podido- profundizar más en la indudable complejidad de los personajes que nos presenta, nos encontraríamos no ante una magnífica obra de evasión y entretenimiento, sino quizás ante una ejercicio magistral de la novela de ciencia ficción post-Asimov y post-Heinlein.

En todo caso, no nos lamentemos de lo que pudiéramos echar en falta; celebremos lo que hay para disfrutar.

La colonia perdida

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Es éste el volumen de más contenido “social”, al poner énfasis en la vertiente de la colonización y los problemas que de ella se derivan dentro del universo construido por Scalzi. Simultáneamente, es la parte de la saga menos “bélica”, en conjunción con “La Historia de Zoe”, que merece una mención aparte por las razones que ya diremos.

También en este caso podríamos haber estado en presencia de una actitud más abierta a la hora de “exprimir” unos personajes tan interesantes como Perry y Sagan, particularmente esta última. Sin embargo, los avatares cósmicos van a tener prioridad, con especial mención de la política al servicio del poder establecido.

La historia de Zoë

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Lo diré abiertamente; la saga se cierra con una entrega “polémica”, “La Historia de Zoë”. Es una novela de ágil lectura, fácil y amena, con unos diálogos frecuentemente inteligentes por parte de la chica adolescente que en muchos casos nos gustaría tener en casa como hija –¡o no!-, por su gran cantidad de recursos, su viva inteligencia y su capacidad de absorber la información y experiencias que la vida le ofrece, al tiempo que reaccionar con soltura ante los acontecimientos que la convierten en parte integrante y definitiva de los mismos.

Sin embargo, “La Historia de Zoë” es una novela paralela. Para entendernos, esta obra es una réplica de “La Colonia Perdida” pero contada desde la óptica de Zoë, hija adoptiva de Perry y Sagan.

Scalzi dice que se animó a escribirla por “las mucha peticiones recibidas en su blog, tanto para desarrollar más el personaje de Zoë como para explicar aspectos que habían quedado pendientes en las novelas anteriores”.

Lógicamente, la versión de que, simplemente, intentó exprimir un poco más la idea (original e innovadora) que da lugar a la aparición de la saga no puede obviarse.

Sea como fuere, el mayor problema de “La Historia de Zoë”, desde mi punto de vista, es que ha de ceñirse al tempo y trama establecidos en “La colonia Perdida”; muy pocas cosas puede desarrollarse en esta novela que no hayan sido marcadas en la anterior, y todo intento de ulterior desarrollo queda en un simple asomo que no puede ir a más, por la sencilla razón de que ha de ajustarse a los acontecimientos tal y como ya fueron narrados en “La Colonia Perdida”.

Por ejemplo, la aparición más explícita de los Hombres-Lobo Cromagnon y su interacción con ellos queda mutilada por la necesidad de retomar el ritmo y tempo establecidos en “La Colonia Perdida”, lo cual me resultó bastante decepcionante ya que el potencial de esa raza era indudable y podía ser objeto de una novela completa, con sus propios avatares y sucesos bastante al margen de John Perry y Jane Sagan.

Sin embargo, la necesidad del “paralelismo” definirá claramente los límites de “La Historia de Zoë”, lo que en mi opinión no es algo muy positivo a la hora de juzgar esta novela.

Por otro lado, y tomándose en conjunción con los tres volúmenes precedentes, algunas cuestiones que, necesariamente, han de quedar clarificadas en esta novela resultan algo hilarantes; la evolución de los Obin, desde una raza alienígena de cretinos peligrosamente tecnificados hasta las criaturas con conciencia ética y moral parece bastante poco verosímil. Por no hablar de la raza Consu, los auténticos líderes del Universo de Scalzi; su caracterización, ya apuntada previamente en los volúmenes anteriores, se consolida en la clara visión de ser unos inteligentísimos bichos con tendencia ególatras y psicóticas, lo cual no es muy tranquilizador a la hora de juzgar el equilibrio del sistema galáctico scalziniano.

Independientemente de ello, “La Historia de Zoë” tiene momentos muy remarcables, casi enteramente marcados por la personalidad de Zoë, acompañada por algunos jóvenes personajes tipo (la amiga que se erige en alma gemela, el jovencito pletórico de testosterona y menos seso, el chico sensible y romántico)

Al margen de lo dicho, todos los volúmenes de la saga pueden ser leídos por separado. Ahora bien, desaconsejo profundamente el hacerlo así. Si ya de por sí Scalzi no se explaya en demasía a la hora de profundizar en los personajes -muy interesantes, por cierto- que nos presenta, una alteración u omisión de alguno de los volúmenes de la obra puede crear una cierta confusión o sensación de irrealidad respecto al argumento.

Mucho hemos hablado de la obra de Scalzi hasta el momento..pero…¿quién es?

De nombre John Michael Scalzi, se graduó en la Universidad de Chicago, en la que fue Defensor del Estudiante. Trabajó como crítico de Cine para The Fresno Bee, y escribió críticas para Oficial EEUU Playstation Magazine. Más tarde trabajó para American Online y posteriormente lo ha hecho para varios blogs, incluido el suyo propio. Desde el año 1998, se dedica a la escritura por completo, y desde el 2010, es presidente de la Asociación de Escritores de Fantasía y Ciencia Ficción de América. Entre otros premios, ha recibido el Hugo.

Su Blog y página web se muestran a continuación:
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He leído muchas críticas a la obra de John Scalzi y, francamente, cuantas más leo (tanto de este autor como de otros) menos comprendo la labor creativa de los críticos. Me explico; la saga de Fuerzas de Defensa Colonial es un éxito de ventas y una obra muy extendida y celebrada por multitud de lectores. Esto es un hecho, una realidad incontestable. Sin embargo, no faltan críticos a los que se les llena la boca con cierta condescendencia y desprecio hacia la forma que tiene Scalzi de plantear su obra …. “falto de recursos literarios…”, “demasiadas explicaciones ad hoc”…. “carencia de pretensiones respecto a argumento y personajes…”.

En fin, esta es una muestra de las cosas que se pueden leer por personas que, desde luego, no han escrito ni cosechado el éxito de Scalzi. Está muy claro que un libro puede gustar o no, pero no cabe duda de que cuando una obra alcanza el éxito dentro de su género es porque gusta a muchos lectores. Y si es así, la crítica de la obra también acaba convirtiéndose en la crítica de aquéllos. Por supuesto que la saga de Fuerzas de Defensa Colonial no es un logro intelectual de los que dejarán huella indeleble en las mentes de los lectores. Es evidente que nunca pretendió tal cosa. Lo que sin el menor asomo de duda quería conseguir es un entretenimiento enmarcado dentro del Space Opera, que mostrara claramente sus influencias. Tales las encontramos en la saga de Miles Vorkosigan, pero también existen claros retazos de Heinlein, tanto de la archiconocida “Starship Troopers/Tropas del Espacio”, como de la muy querida por mí, “Hija de Marte” (cuyo aliento reconozco en Zoë).

Mi recomendación es que leáis la saga. Si sois aficionados al Space Opera, se trata de una obra que no puede faltar en vuestras bibliotecas. Os haréis amigos de John Perry, os sentiréis atraídos por el magnetismo de Jane Sagan, disfrutaréis de la frescura inteligente de Zoë y os quedaréis intrigados con los Obin y los Consu.

Dicho de otra manera, os lo pasaréis en grande leyendo. De eso se trata, ¿no?

Tengo que admitir que tu reseña me ha despertado la curiosidad y sí, me he preguntado por qué no he leído más space opera últimamente... cosa que intentaré remediar en breve.
Osomax,

Saludos. Una pregunta osomax. Cómo se hace para insertar imágenes en la reseña. Si hay algún tutorial o alguna guía en el foro te agradecería me indicaras dónde.

irvinc escribió:Saludos. Una pregunta osomax. Cómo se hace para insertar imágenes en la reseña. Si hay algún tutorial o alguna guía en el foro te agradecería me indicaras dónde.

Claro, no hay problema.

Me imagino que probablemente habrá algún tutorial por aquí sobre este particular, pero no sé donde se encuentra.
La cosa es fácil.

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