La dama de blanco - Wilkie Collins

Título: La dama de blanco (I y II)
Fecha publicación esta edición: 2004
ISBN: 84-96246-96-5 / 84-96246-98-1
Autor: Wilkie Collins
Título Original: The Woman in White
Fecha 1ª edición Original: 1860
Traducción: Maruja Gómez Segalés
Editorial: Diario El País
Páginas libro: 379 / 330
Reseña cubierta: Walter Hartright se regala un paseo nocturno por el páramo antes de trasladarse a Limmeridge para dar clase de dibujo a Laura, la rica heredera del barón Frederick Fairlie. De repente, por el camino más solitario y oscuro, una mano se posa en su hombro y, al volverse, una mujer de rostro pálido y mirada angustiosa se inclina hacía él.
Hartright se siente atraído por Laura, su alumna. Pero tiene en contra grandes impedimentos: sir Percival Glyde -que aspira más a la herencia que al amor de la sobrina del barón Fairlie- y el conde Fosco -masón y sibilino-. Sólo la enigmática mujer de blanco puede cambiar el curso de las cosas.
La dama de blanco, basada en un hecho real, se publicó por entregas en una revista dirigida por Dickens, amigo del autor. Considerada una de las mejores novelas de intriga espectacular y maldad refinada, ha sido llevada al cine, al teatro y a la televisión.

Fantástico libro. lo lei hace tiempo y me encanto.

Gracias Jaleb.

Los paseos por páramos oscuros son mi debilidad -suspiro-....

Creo que lo leí hace mucho tiempo, pero como mi memoria ya no es lo que era (si es que fue alguna vez) me lo llevo.

Lo dicho antes: gracias por traer a Wilkie Collins.

Estupenda reseña Jaleb, ¿qué voy a decir yo, que soy una devota admiradora de la obra de Wilkie Collins?
Muchas gracias por traernos esta versión con la calidad de tus trabajos, porque algunas de las versiones que por ahí circulan son bastante deficientes.

Con tu permiso añado alguna de las portadas antiguas con que esta novela ha sido publicada (es otra debilidad las curiosas portadas de las ediciones antiguas).


Ediciones de 18872, 1889 y 1904 respectivamente.

Qué portadas tan llamativas, Becaria.

Y gracias por recordarnos este clásico, Jaleb, que siempre se lee con gusto.