Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
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Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Uno de los problemas cuando vives sólo es la falta de previsión a la hora de llenar la nevera. Así, un día te encuentras cocinando lo primero que pillas en un armario aunque tenga una calavera en la etiqueta
Por eso es importante saber que NO TODO se puede freír...la última parte del vídeo es para troncharse.
Por eso es importante saber que NO TODO se puede freír...la última parte del vídeo es para troncharse.
albeys- Lector Habitual
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Fecha de inscripción : 05/10/2010
Edad : 60
Localización : Pa la montaña
Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Do not try this at home. Do not fried gnocci.
And pleeeeeese, Let cook for someone who knows how, asshole.
Muy bueno Albeys,
BB- Moderador
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Edad : 55
Localización : En la tierra del Ribera
Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
cuando se puso tan colorado, pense que le daria un pasmo!!! Madre mia!!!!!! No le dejaba yo solo en mi cocina!!!!
Invitado- Invitado
Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Mas peligroso que un mono con un revolver.
Invitado- Invitado
Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Os superais, buenisimo.Me ha recordado ,hace mucho tiempo que fuimos un grupo de gente a pasar el dia en el campo, y los chicos decidieron que ellos hacian una paella, y ante el asombro generalizado uno de ellos para ver si el aceite estaba listo para poner la carne, COMPROBÓ LA TEMPERATURA METIENDO UN DEDO EN LA SARTEN........... siendo el resultado afirmativo para freir la carne....
amabe64- Little Ángel
- Mensajes : 10944
Fecha de inscripción : 16/05/2010
Edad : 60
Localización : Málaga
Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Pues mi experiencia culinaria se reduce a calentar el contenido de unas latas, freír huevos y patatas. Punto. Pero un día me dispuse a cocinar de verdad. Tenía un amigo que tenía una piscina pública en un pueblo y la piscina tenía un bar que no lo cerraba en todo el año. Cuando hacía frío el agua estaba allí de adorno y decidió vaciar la piscina, fregar bien las paredes y llenarla con agua clara y sin cloro oxigenada con el chorro ese que cae depurador de agua. Disminuí el diámetro del tubo del chorro y conseguí que llegara en un bonito arco el agua hasta el centro de la piscina; además con unos focos bien dirigidos hice un bonito marco que con un par de cisnes y unos patos asquerosos, que me mordieron, no picaron, mordieron, quedó listo para echar truchas. A por truchas a la piscifactoría de Rio Frío. Llevamos tres garrafas gordas con la boca estrecha y las llenamos de truchas pequeñas con agua clara, además llevamos tres bombas de bicicleta para suministrar aire a las aglomeradas truchas asalmonadas. Mira, que mano de dale que te pego a las bombas de aire, para colmo una se estropeó y pinchamos con el Lada Niva. Total que conseguimos llegar con la mitad de las truchas vivas, unas treinta, y las echamos en la piscina de mi glorioso chorro y los asquerosos patos. De los cisnes no hablo porque cuando me arrimaba a ellos hacían un sonido irreproducible mientras se ponían gallitos agitándome las alas. Pensé que si un pato me mordía un cisne era capaz de devorarme una pierna, luego, mantenía las distancias. Todas las truchas murieron y un espabilado nos aseguró que era porque el agua aun tenía impurezas. Otra vez el mismo proceso pero con toneles de agua, las truchas gordas y las putas bombas de bicicleta. Y otra vez a vaciar toda el agua de la piscina y otra vez a saltar las tapas de las alcantarillas del pueblo y otra vez los municipales a ver qué pasaba. Se trataba de que no se juntara el verano con el invierno y la gente nadara rodeada de truchas asalmonadas y de patos carnívoros.
¿Y qué tiene que ver eso con mi afición a la cocina? Nada, excepto que el negocio de las truchas consistía en que mi amigo le daba una caña de pescar a alguien, el cebo (pan mojado en mojo picón, les volvía locas a las truchas) y cuando sacaban una trucha se las cocinaba les daba una cerveza, postre y café por mil pesetas, ¿eh? Vista comercial, lo llamaba.
Pues yo pesqué y me llevé viva una gorda y aun viva a mi casa con una receta del cocinero que decía que me iba a chupar los dedos. Preparo la sartén, la nata, el jamón, aceite y no sé que más mientras la trucha se moría, pero no se moría. Yo creo que si pesco una trucha a las diez y la empiezo a preparar a las doce, es para que ya hubiera estado muerta, ¿no? Pues esa no. Que no se moría a eso de la doce y media. Algunas veces dejaba de agitarse y yo la cogía pero agitaba un poco la cola, qué aguante. ¿Cómo la mato? Imposible estrangularla porque salía disparada. Le corté la cabeza y todavía tengo pesadillas. Luego la abrí y me moría de asco, además eso de una partea la izquierda y otra a la derecha nada: cachos que deberían estar aquí, estaban allí, y al revés. Qué desastre, medio pude apañar aquello con unas tijeras y un cuchillo jamonero, y pa la sartén… Al rato la saco, la trucha, me la sirvo con un buen vaso de vino a las dos de la mañana y me dispongo a devorarla. El primer bocado, la primera espina clavada en el paladar y mi primera blasfemia. Aquello no estaba bueno, creo, no sé, yo tenía grabado en mi cabeza la mirada de la trucha mientras le cortaba la cabeza, qué paranoia, no podía comer. La tiré a la basura, jamón incluido, me bebí el vino y me acosté. Desde entonces no protesto cuando me dan la nota en los restaurantes. ¿Cómo podrán vivir los cocineros recordando las miradas de las truchas fijos en ellos?
¿Y qué tiene que ver eso con mi afición a la cocina? Nada, excepto que el negocio de las truchas consistía en que mi amigo le daba una caña de pescar a alguien, el cebo (pan mojado en mojo picón, les volvía locas a las truchas) y cuando sacaban una trucha se las cocinaba les daba una cerveza, postre y café por mil pesetas, ¿eh? Vista comercial, lo llamaba.
Pues yo pesqué y me llevé viva una gorda y aun viva a mi casa con una receta del cocinero que decía que me iba a chupar los dedos. Preparo la sartén, la nata, el jamón, aceite y no sé que más mientras la trucha se moría, pero no se moría. Yo creo que si pesco una trucha a las diez y la empiezo a preparar a las doce, es para que ya hubiera estado muerta, ¿no? Pues esa no. Que no se moría a eso de la doce y media. Algunas veces dejaba de agitarse y yo la cogía pero agitaba un poco la cola, qué aguante. ¿Cómo la mato? Imposible estrangularla porque salía disparada. Le corté la cabeza y todavía tengo pesadillas. Luego la abrí y me moría de asco, además eso de una partea la izquierda y otra a la derecha nada: cachos que deberían estar aquí, estaban allí, y al revés. Qué desastre, medio pude apañar aquello con unas tijeras y un cuchillo jamonero, y pa la sartén… Al rato la saco, la trucha, me la sirvo con un buen vaso de vino a las dos de la mañana y me dispongo a devorarla. El primer bocado, la primera espina clavada en el paladar y mi primera blasfemia. Aquello no estaba bueno, creo, no sé, yo tenía grabado en mi cabeza la mirada de la trucha mientras le cortaba la cabeza, qué paranoia, no podía comer. La tiré a la basura, jamón incluido, me bebí el vino y me acosté. Desde entonces no protesto cuando me dan la nota en los restaurantes. ¿Cómo podrán vivir los cocineros recordando las miradas de las truchas fijos en ellos?
JuanDeLezo- Bibliófilo
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Fecha de inscripción : 16/05/2010
Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Muy bueno JuanDeLezo , y el video para partirse de risa, que inutilidad
sofi- Little Ángel
- Mensajes : 4073
Fecha de inscripción : 19/02/2010
Localización : En despistelandia
Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Jope!! vaya complejo desalmada que me ha entrado. A mi padre hace años le gustaba ir de pesca, y a mi me dio el punto de darle por saco para que me hiciera una caña (si ahora soy cansina, en la infancia lo fui mas, tenia mas energía), un sedal, anzuelo y en un palo y a pescar se ha dicho. Pesque 12, todavía lo recuerdo pq fui tan imbécil de decir q me comería todo lo q pescara. Naturalmente no cumplí la promesa.
No fui capaz de clavar al pobre gusano en el anzuelo, lo tenia que hacer mi padre. De lo que no me libre es de limpiar los peces. Curiosamente me costo menos meterle el cuchillo, rajarlos, meter el dedo gordo y arrastrar todas las tripas del bicho. Después de lo que ha contado Juan, me ha entrado un complejo de mala bestia!!! pq recuerdo que me daba asco, pero como rápidamente metía la mano el agua para quitarme la porquería se me pasaba. Y que me diera pena el gusano pero no el pez... lo mismo soy un caso de estudio!
No fui capaz de clavar al pobre gusano en el anzuelo, lo tenia que hacer mi padre. De lo que no me libre es de limpiar los peces. Curiosamente me costo menos meterle el cuchillo, rajarlos, meter el dedo gordo y arrastrar todas las tripas del bicho. Después de lo que ha contado Juan, me ha entrado un complejo de mala bestia!!! pq recuerdo que me daba asco, pero como rápidamente metía la mano el agua para quitarme la porquería se me pasaba. Y que me diera pena el gusano pero no el pez... lo mismo soy un caso de estudio!
Invitado- Invitado
Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Buenísimo Juan de Lezo, no se, pero me imagini que tu amigo con su negocio rico no se hizo, ¿verdad?, jajajaja.
Llevo 17 años cocinando a diario y me sigue dando mal rollito limpiar pescado, es de la cosas que menos me gusta hacer en la cocina. En la pescadería pido que me lo dejen limpito.
Mi peor recuerdo parecido es de pequeña en el pueblo. En casa de mis abuelos se llevaban los lechazos (cordero de menos de un mes que solo se ha alimentado con leche materna) vivos para navidad y otras fiestas. Os podéis imaginar como son, blanquitos, preciosos y muy pequeños, lo ideal para que unos niños jueguen con ellos y por supuesto a eso nos dedicabamos todos los primos.
Al final se colgaban de un gancho en la cocina, se les clavaba un cuchillo en el cuello y se debajan desangrar sobre un balde (la "sangrecilla" se comía guisada el medio día de nochebuena), el pobre animalillo se cenaba asado para la cena.
A mi no me guta nada el lechazo. Siendo de Valladolid suena hasta feo el decirlo. No entro a analizar si se debe a las escenas de mi infancia o a simples gustos culinarios, porque que la "sangrecilla" me encanta, jajaja.
Llevo 17 años cocinando a diario y me sigue dando mal rollito limpiar pescado, es de la cosas que menos me gusta hacer en la cocina. En la pescadería pido que me lo dejen limpito.
Mi peor recuerdo parecido es de pequeña en el pueblo. En casa de mis abuelos se llevaban los lechazos (cordero de menos de un mes que solo se ha alimentado con leche materna) vivos para navidad y otras fiestas. Os podéis imaginar como son, blanquitos, preciosos y muy pequeños, lo ideal para que unos niños jueguen con ellos y por supuesto a eso nos dedicabamos todos los primos.
Al final se colgaban de un gancho en la cocina, se les clavaba un cuchillo en el cuello y se debajan desangrar sobre un balde (la "sangrecilla" se comía guisada el medio día de nochebuena), el pobre animalillo se cenaba asado para la cena.
A mi no me guta nada el lechazo. Siendo de Valladolid suena hasta feo el decirlo. No entro a analizar si se debe a las escenas de mi infancia o a simples gustos culinarios, porque que la "sangrecilla" me encanta, jajaja.
BB- Moderador
- Mensajes : 14692
Fecha de inscripción : 18/02/2010
Edad : 55
Localización : En la tierra del Ribera
Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Desde luego, JuanDeLezo, vaya historia truchera y de cisnes asesinos
Yo creo, BB y Akasha, que de niño las vivencias se amplifican y, claro, así nos quedan luego esas manías raras e inexplicables. Por ejemplo, hasta hace poco yo era incapaz de freír un huevo. Sí, sí, reíros, pero era literal. Luego, gracias a una medicación adecuada he conseguido superarlo, pero si puedo me lo ahorro. Y todo porque de pequeño mis padres nos llevaban los sábados por la noche a ver cine al aire libre en el terrado de un bar que se llamaba Sol y Sombra. En efecto, estaba justo delante de la plaza de toros Monumental de Barcelona y por eso se llamaba así. El caso es que un día anunciaron la actuación de un mago, toma!! No era el Tamariz, pero para un niño pequeño aquello era lo más, un tío sacando conejos y palomas de todas partes, la leche!!! Empezó el espectáculo con los típicos juegos de cartas y desapariciones misteriosas de relojes y carteras (era honrado el tío, luego las devolvía), pero finalmente llegó el número de los animalitos que todos esperábamos. El hombre prepara un tapete negro con mucho cuidado (sólo es un trapo pero parece que sea mágico) y coge un huevo que muestra al público. Se pasea entre las filas de sillas de madera plegables y mira fijamente al público insinuando que ni se imaginan lo que va a pasar mientras presume de huevo. Yo estaba fascinado, lo que puede hacer un tío con un trapo y un huevo, pensaba. Luego me di cuenta de que los magos son los reyes del márketing. Bueno, pues el mago en cuestión se acerca a la mesa, deposita con cuidado el huevo encima del trapito y va el huevo y se mantiene de pie. Todo el público que arranca a aplaudir puesto en pie y el mago con una sonrisa sardona hace un gesto como pidiendo calma que ésto sólo ha hecho que empezar. "Torero, torero!", grita la gente, claro, influenciada por el ambiente próximo a la plaza. El mago que se dirige al público y con parsimonia introduce una mano en el bolsillo interior del abrigo (ahora nos pega un tiro a todos, pienso. Cúantas películas, jeje) y muestra un palo de unos dos palmos de largo. "Es una varita mágica",me dice mi padre. Hay que decir que entonces el único Harry que existía era el sucio, del Potter ni rastro, claro. Se gira hacia el huevo que misteriosamente se había iluminado, dice unas palabras extrañas (ni abracadabra ni nada, vaya porquería!), mete la mano en un bolsillito del chaleco, la levanta por encima del huevo y deja caer unos polvos mientras en un gesto rapidísimo le da un golpe con fuerza al huevo y...chas!!! Se rompe el huevo y sale un pollito de color amarillo que empieza a piar tímidamente mientras deambula por el trapito. El público que se pone en pie y le dedica al mago una ovación impresionante. Y yo que me quedo sentado en estado de shock sin entender nada. Pero...pero...pero los huevos no se hacían fritos, duros o pasados por agua?! A raíz de esa actuación me quedó un trauma y recuerdo que cúando mi madre nos decía aquello de "Hoy toca huevos", yo me iba a la cocina y mientras mi madre los iba rompiendo yo rezaba lo poco que sabía (nunca hemos sido muy religiosos, la verdad) para que no me tocara pollito y poder mojar un poco de pan sin plumas.
Moraleja:no dejes que se te pasen los huevos. Uy, que mal ha sonado
Yo creo, BB y Akasha, que de niño las vivencias se amplifican y, claro, así nos quedan luego esas manías raras e inexplicables. Por ejemplo, hasta hace poco yo era incapaz de freír un huevo. Sí, sí, reíros, pero era literal. Luego, gracias a una medicación adecuada he conseguido superarlo, pero si puedo me lo ahorro. Y todo porque de pequeño mis padres nos llevaban los sábados por la noche a ver cine al aire libre en el terrado de un bar que se llamaba Sol y Sombra. En efecto, estaba justo delante de la plaza de toros Monumental de Barcelona y por eso se llamaba así. El caso es que un día anunciaron la actuación de un mago, toma!! No era el Tamariz, pero para un niño pequeño aquello era lo más, un tío sacando conejos y palomas de todas partes, la leche!!! Empezó el espectáculo con los típicos juegos de cartas y desapariciones misteriosas de relojes y carteras (era honrado el tío, luego las devolvía), pero finalmente llegó el número de los animalitos que todos esperábamos. El hombre prepara un tapete negro con mucho cuidado (sólo es un trapo pero parece que sea mágico) y coge un huevo que muestra al público. Se pasea entre las filas de sillas de madera plegables y mira fijamente al público insinuando que ni se imaginan lo que va a pasar mientras presume de huevo. Yo estaba fascinado, lo que puede hacer un tío con un trapo y un huevo, pensaba. Luego me di cuenta de que los magos son los reyes del márketing. Bueno, pues el mago en cuestión se acerca a la mesa, deposita con cuidado el huevo encima del trapito y va el huevo y se mantiene de pie. Todo el público que arranca a aplaudir puesto en pie y el mago con una sonrisa sardona hace un gesto como pidiendo calma que ésto sólo ha hecho que empezar. "Torero, torero!", grita la gente, claro, influenciada por el ambiente próximo a la plaza. El mago que se dirige al público y con parsimonia introduce una mano en el bolsillo interior del abrigo (ahora nos pega un tiro a todos, pienso. Cúantas películas, jeje) y muestra un palo de unos dos palmos de largo. "Es una varita mágica",me dice mi padre. Hay que decir que entonces el único Harry que existía era el sucio, del Potter ni rastro, claro. Se gira hacia el huevo que misteriosamente se había iluminado, dice unas palabras extrañas (ni abracadabra ni nada, vaya porquería!), mete la mano en un bolsillito del chaleco, la levanta por encima del huevo y deja caer unos polvos mientras en un gesto rapidísimo le da un golpe con fuerza al huevo y...chas!!! Se rompe el huevo y sale un pollito de color amarillo que empieza a piar tímidamente mientras deambula por el trapito. El público que se pone en pie y le dedica al mago una ovación impresionante. Y yo que me quedo sentado en estado de shock sin entender nada. Pero...pero...pero los huevos no se hacían fritos, duros o pasados por agua?! A raíz de esa actuación me quedó un trauma y recuerdo que cúando mi madre nos decía aquello de "Hoy toca huevos", yo me iba a la cocina y mientras mi madre los iba rompiendo yo rezaba lo poco que sabía (nunca hemos sido muy religiosos, la verdad) para que no me tocara pollito y poder mojar un poco de pan sin plumas.
Moraleja:no dejes que se te pasen los huevos. Uy, que mal ha sonado
albeys- Lector Habitual
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Fecha de inscripción : 05/10/2010
Edad : 60
Localización : Pa la montaña
Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Jajajajajajaja...
Esta es la pesadilla de albeys y lo que temía al ver freír un huevo:
... y esta su cara de sorpresa:
Esta es la pesadilla de albeys y lo que temía al ver freír un huevo:
... y esta su cara de sorpresa:
JuanDeLezo- Bibliófilo
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Fecha de inscripción : 16/05/2010
Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Lo has clavado, JuanDeLezo, como siempre...y ésta es la que le ponía a mi madre cuando salía pollito para que se lo diera a mis hermanos, jeje
albeys- Lector Habitual
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Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Con el tiempo y las pastillas mi estilo de cocina ha evolucionado hacia algo mucho más sofisticado, algo así, vamos...
albeys- Lector Habitual
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Localización : Pa la montaña
Re: Los solteros en la cocina. Vaya peligro!!!
Akasha yo tengo el mismo trauma que tu
Solo he ido a pescar truchas una vez con unos amigos, mi trauma empezo cuando de un bote sacaron larvas de libelula para poner en el anzuelo.(vivas por supuesto).
Fui incapaz de meter el anzuelo por el culo del animalejo. Nunca mas he ido a pescar en mi vida.
Solo he ido a pescar truchas una vez con unos amigos, mi trauma empezo cuando de un bote sacaron larvas de libelula para poner en el anzuelo.(vivas por supuesto).
Fui incapaz de meter el anzuelo por el culo del animalejo. Nunca mas he ido a pescar en mi vida.
Invitado- Invitado
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