Donde siempre es otoño - Ángeles Ibirika (cri)

Ian O’Connell es un escritor de éxito, mujeriego, cínico, prepotente, ególatra… y podría seguir diciendo adjetivos nada halagüeños, al menos esa es la primera impresión con la que nos quiere dejar la autora.

Como cada año se retira a Cristal Lake para escribir su novela, una novela romántica que en esta ocasión se le resiste, lo cual no es de extrañar ya que él no conoce el amor más que de palabra. En plena crisis de escritura y ante una hoja en blanco que no sabe ni por dónde empezar cree ver en medio del bosque a alguien, ese alguien va a ser la persona que cambie su vida, que le hará conocer el significado de las palabras: amor, lealtad, fidelidad y también el significado de las mas importantes: abnegación, renuncia, sacrificio…

Elizabeth Salaya es esposa de un aspirante a presidente de Estados Unidos al que sigue unida por gratitud, compañerismo y amistad; pero en el momento en el que conoce a Ian su vida cambiará, ella también sabrá lo que es amor verdadero, la ansiedad, la lealtad…

Bajo mi punto de vista la autora con este libro da otra vuelta de tuerca a los sentimientos y a la forma de expresarlos y sentirlos. Si con el anterior libro palpé el odio con este he palpado el desamor, la amistad, la tristeza, el amor sin medida, el poner a la persona amada por delante de todo y de todos, incluso de uno mismo.

En los últimos capítulos he sentido la agonía y la angustia de los protagonistas como propia, esa es la maravilla de esta autora que te metes tanto en la trama que los sentimientos están a flor de piel para lo bueno y para lo malo. Os aconsejo que cojáis los apañuelos y no los soltéis sobretodo en los últimos capítulos.