Los destinos más remotos del planeta

La ilusión de que todos los lugares de la Tierra son alcanzables es real. Hoy nos quedan pocas esperanzas de pisar un suelo absolutamente virgen debido a los avances de la tecnología y los transportes. Ahí radica el encanto de estos destinos, los más remotos del planeta. Lugares en los que no es fácil llegar, donde no encontrarás turistas, ni un Starbucks. Ciudades, islas, parajes solitarios. Sitios donde perderse y perder de vista, donde imaginar que uno es el primero que llega.
Siwa (Egipto)

A 550 kilómetros al oeste de El Cairo, cerca de la frontera con Líbano y en el medio del desierto del Sahara, se sitúa la impresionante ciudad histórica de Siwa. No es fácil llegar hasta ella (la mejor opción es alquilar un coche), pero merece la pena el esfuerzo. Por el camino no es difícil encontrar auténticos oasis, cientos y cientos de palmeras y manantiales, hasta llegar a una quebradiza y laberíntica ciudad, derrumbándose bajo el inclemente sol. Indispensable visitar el Templo del Oráculo, construido originalmente a mayor gloria de Zeus y más tarde visitado por el mismísimo Alejandro Magno.


Jau National Park (Brasil)

Sólo existe una posibilidad para llegar hasta aquí: llegar a las pistas de Novo Airao, el aeropuerto amazónico, y tomar un barco hasta Jeu National Park, justo en el corazón de la reserva forestal más grande del mundo. En cientos de kilómetros a la redonda, sólo encontraremos vida animal: delfines, monos, todo tipo de aves tropicales... Lo ideal es contratar un tour por el río, a cargo de los locales.


Isla de Pascua (Chile)

Una de las más remotas islas de la Tierra, aunque el más accesible de todos los destinos remotos gracias al aeropuerto internacional que posee. Viajeros de todo el mundo acuden para visitar las legendarias cabezas de los Moai, mirando incansablemente el horizonte marino del océano Pacífico. otra razón para visitarla es la alucinante diversidad de aves: una parada para todas las especies que emigran rápidamente gracias a los vientos oceánicos.


Exmouth (Australia)

La respuesta australiana al Caribe es famosa por sus interminables playas y por el gigantesco arrecife que bordea su costa, además de por lo complicado que es llegar hasta ella. Los que reserven un tour en avión por la zona noroeste del país o se dirijan a Perth, pueden aprovechar para parar en Exmouth y bañarse entre tiburones o tomar el sol con los canguros. En el pueblecito hay algunas escuelas de buceo y un restaurante excelente, Whalers.



Islas Kerguelen, Antártida

Es el destino favorito de los que quieren alejarse de todo y de todos. Las Islas Kerguelen apenas ofrecen nada en cuestión de infraestructuras; de hecho, antes se denominaban las Islas de la Desolación. posesión de Francia, constituyen un archipiélago ubicado en el océano Índico meridional, a unos 5.000 km al sur-sudeste de Ciudad del Cabo, y a unos 2.000 km al norte de las costas de la Antártida. La capital, Port Aux Francais, gira en torno a la investigación científica, y un doctorado es uno de los requisitos para llegar a ella en avión. O eso, o horas y horas de un barco a otro, hasta llegar.

Fuente: Lola Fernandez, para Nomadistas.com