El misterio de las ciudades perdidas

Fuente: Lola Fernandez, para Nomadistas.com

No deja de fascinarnos, por mucho que pasen los años, el misterio de las ciudades perdidas, testigo de civilizaciones milenarias, de imperios antiguos cuya leyenda ha sobrevivido a los siglos gracias a los ecos de su propio esplendor. Los viajeros aún podemos rastrear las huellas de aquellos días en las ruinas, más o menos conservadas, de aquellas urbes, lugares que nos recuerdan que nuestros tiempos no tienen la exclusiva de la civilización ni del progreso.

Tikal (Guatemala)

Fue la más grande de las ciudades mayas, entre el 200 y el 900 d.C., el llamado Período Clásico. Inmediatamente después, la ciudad inició su declinar debido a la masiva deforestación, que devino en un colapso político y a la práctica deserción de sus habitantes después del año 950 d.C. Durante los siglos X y XI, la ciudad fue totalmente abandonada y el bosque pudo reclamar el terreno que había sido suyo, cubriendo sus ruinas durante los siguientes cien añoS. Hoy, la recuperación de templos y pirámides depara un paisaje excepcional.



Machu Picchu (Perú)

Descubierta para la comunidad científica internacional en 1911 por el profesor de historia estadounidense Hiram Bingham, es probablemente la ciudad perdida más famosa del globo. Escondida durante varias centurias en el cañón de Urubamba, entre las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu, disfrutó del agua de numerosos manantiales y, gracias a ellos, se flanqueó de ricos cultivos en terrazas. Con un uso tanto de palacio como de santuario, es considerada una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería. Sus peculiares características arquitectónicas y paisajísticas, y el velo de misterio que ha tejido a su alrededor buena parte de la literatura publicada sobre el sitio, lo han convertido en uno de los destinos turísticos más populares del planeta.


Taxila (Pakistán)

Situada en el noroeste del país, fue el hogar del legendario rey persa Darío I el Grande del 518 a.C. al 326 a.C., cuando cayó bajo el dominio de Alejandro Magno. Una serie de conquistas posteriores fueron ocultando su pasado esplendor, exceptuando su emergencia posterior como importante enclave budista. Mencionada en la Biblia por el apóstol Tomás, que la visitó durante el siglo I d.C., su prosperidad se atribuyó a su localización en el corazón de tres vitales y antiquísimas rutas comerciales que, con su declinar, llevaron a la ciudad a casi la ruina. En el siglo V, fue destruida por los hunos.


Caral (Perú)

Situada en el Valle de Supe, 200 kilómetros al norte de Lima (Perú), tiene aproximadamente 5.000 años de antigüedad, y en ella habitaron unas 3.000 personas, entre el 2600 a.C y el 200 a.C. Caral es el centro de civilización más antiguo de las Américas, y lo excepcional de su preservación permite percibir la impresionante complejidad de sus elementos arquitectónicos y espaciales, sobre todo las plataformas monumentales de piedra y tierra y los patios circulares bajos. El plano de la ciudad y algunos de sus componentes —en particular, las seis estructuras piramidales y el conjunto residencial de la clase dominante— atestiguan claramente la existencia de funciones ceremoniales reveladoras de una fuerte ideología religiosa.


Pompeya (Italia)

Hace unos 2000 años, la ciudad de Pompeya se enfrentó a su desaparición el 24 de agosto del año 79 d.C., cuando el Vesubio entró en erupción, sepultando a personas y construcciones por entero. Las excavaciones, ya en el siglo XVIII, revelaron tanto Pompeya como la vecina ciudad de Herculano, y el modo de vida de las personas que allí vivieron.