Anécdotas de velatorios.

Hoy he estado de entierro, jo, no recuerdo ni uno que no hubiera alguna anécdota. Recuerdo con especial pavor el de mi abuela por parte de madre. Los médicos la desahucian al fin, pobrecilla, y la llevamos al pueblo para que muriera allí como era su deseo. Un pueblo de quince mil habitantes en la fiestas de agosto y de mil el resto del año. El caso es que entregó el Alma a la tres de la mañana y un primo mío y yo fuimos los encargados de ir a por el ataúd a la casa del “silletero” en la otra punta del pueblo. La cosa no era para discutir y protestar que nosotros fuéramos los elegidos para esa desagradable tarea, así que fuimos a esa casa para encargar el ataúd y lo llevaran anca mi agüela. Sabíamos dónde estaba la calle de la casa del silletero pero no sabíamos qué casa era exactamente: de eso nos dimos cuenta cuando llegamos y nos preguntamos el uno al otro cual era la casa en cuestión. Hace treinta años no teníamos móvil, pensé en volver para preguntar por la dichosa casa, pero al tiempo que me daba la vuelta, y empezaba a decir a mi primo que volviéramos, siento una explosión de voz estruendosa e incluso de una malevolencia alucinante decir: ¡¡¡SILLETEEEEEEEEROOOOO!!!
Mira, ese pueblo dormido en Noviembre sobre las cuatro de la mañana (especial hora en el que el sueño es más profundo), el frío existente que hacía el vozarrón más nítido y las características especiales de la calle que, creo yo, hacían más estruendoso, si cabe, el vozarrón de pregonero nato de mi primo: hicieron que automáticamente empezaran a iluminarse ventanas en toda la puta calle. ¡Qué vergüenza! Pero al mismo tiempo que asomaban cabezas mirándonos aterrados las tuvieron que girar sobre la marcha para mirar en otra dirección en donde sonaba una nueva voz, lo mismo o más apocalíptica, que contestaba a todo volumen: ¡¡¡¡QueeeeEEEEEEEEEEEEEEEEEeee…!!!!
Bueno, colorado de vergüenza arrastraba a mi primo hacia la casa de la voz del “que” mientras él daba todo tipo de detalles, a las gentes asomadas, del por qué buscábamos al silletero. Pude por fin entrar con él a la casa de marras y explicar al hombre que respondía al mote-oficio de silletero que mi abuela había muerto y que necesitábamos un ataúd para que lo llevaran anca mi agüela porque ya estaban amortajándola. El buen hombre en seguida nos dio el pésame asegurándonos que conocía a la difunta desde hace muchos años, que era muy buena y que bla, bla, bla. A continuación nos mostró cinco ataúdes y nos dijo que cual nos gustaba más… joder, -¿Comooo?-Pregunté anonadado, volviendo después una mirada interrogativa hacia mi primo mientras él se encogía de hombros diciendo: –Escoge una-.
De nada sirvieron mis protestas y argumentos de que era Santa Lucía la agencia que aportaba ataúdes y que yo no entendía de ataúdes de más o menos calidad o belleza. Tras el mutismo en banda de mi primo (comprensible sólo atendiendo al posible hecho de que se hubiera destrozado las cuerdas vocales) y mi desidia galopante ante lo que pasara en adelante, escogí el ataúd que tenía en la tapa el crucifijo más grande, arguyendo que mi abuela era muy, muy creyente. Buf, ni pestañeé cuando el gilipollas del silletero nos dijo que lo cogiéramos y nos lo lleváramos.
Hete aquí a mi primo delante y yo atrás portando el ataúd sobre las cinco de la mañana por las calles, hasta hacía bien poco desiertas, de mi pueblo de los cojones. Toooodas las viejas iban saliendo de sus casas y tal plañideras bien pagadas lloraban cual magdalenas atrayendo la atención de más y más vecinos y en concreto de más viejas. Hubo un milagro y mi primo recobró la voz que con vigor la ponía a prueba dando más y más y más explicaciones a las gentes que extrañadas preguntaban: -¿Son horas estás de un entierro?-

¡Por fin pudimos llegar a la casa de mi difunta abuela! Entregamos el ataúd del crucifijo gordo y dimos paso a ochenta viejas lloronas que invadieron la paz que hasta el momento había gozado el velatorio íntimo.
Recuerdo que un tío mío me dijo: -¿Es que sois gilipollas? ¿Teníais que despertar a todo el pueblo?- Joder, le dije: -Coge al primo, id a la casa del silletero y que os de por el culo a los dos-.


Os juro que esto es real, que tengo mil testigos y que por privado os puedo dar nombres y apellidos. Que si hay otra historia parecida es seguro que está inspirada en esta o que España es, desde luego, muy… no sé cómo decirlo pero seguro que me comprendéis.

ahhhhhhh, no puedo, sin palabras. Que bueno, nos estamos partiendo de risa mientras lo leíamos.

Esto da para una peli de Almodovar de la buenas.

Gracias Juan por el buen rato. ¿Has vuelto a tu pueblo o te has exiliado voluntariamente? jjajajaja

Que bueno, JuanDeLezo, me troncho con la historia, la verdad, y con lo bien que la explicas. Me ha cogido frío y todo cuando íbais para casa del silletero...

Y por supuesto que me la creo, mis abuelos maternos eran de un pueblecito de Ourense de 50 habitantes y tropecientos mil en fiestas y puedo confirmar que los entierros se viven de otra manera.

Unas risas antes de dormir es la mejor terapia...

Jajajaja… ahora mi río, claro. Sí que voy a menudo al pueblo, pero con mi primo mantengo un trato frio, tipo noviembre. El silletero murió hace años: seguro que nadie pasó lo que pasé transportando el ataúd del crucifijo imponente, es más, pregunté a uno si se fijó si en el entierro del silletero, en su caja de muerto (término más coloquial), había un crucifijo especialmente grande y me miró raro.

Mi tío me perdonó cuando más tarde y con ánimo algo aplacado le expuse la epopeya de ir a la casa del silletero a por una caja de muerto.

Muy buena la historia. Casi os he visto llevar el ataud, segun lo describias. Madre mia, un poco más y os ponen a terminar de poner los clavos en la caja!!!

Aysss si no fuera por estos ratos!!!

Ya me imagino el diálogo
SILLETERO: -Se los envuelvo
JUAN:- No, lo llevamos puesto

Lo que me he podido reir mientras lo leía. por compartirlo

En este foro no hay nada almodovariano, es juandelezorano ( por dios!!!). Yo me lo creo todo, y a ti te ha sucedido seguro....me ha encantado lo de la voz que respondía me caggggggggggo de miedo. Gracias JuandeLezo

No os lo creereis, pero mi marido (que en los nervios le hacen estar muy, digamos, irónico) en el entierro de su madre, le dice a mi cuñada (que todo hay que decirlo pero estaba como una madalena, lógico): -Oye, parece que la mama se ha movido... A ella le dio un ataque de nervios y ni decir lo que le dijo a su hermano cuando se recuperó...

Es el humor negro, negrísimo de mi marido, que cada vez que va de entierro viene diciendo que el muerto ha estado muy bien en su papel, quietecito en su ataud y sin pestañear.

Muy bueno

Yo recuerdo con ternura el entierro de mi abuelo hace como unos 20 años. Vivía en un pueblo más pequeño que el de Juan y en la iglesia a la hora de poner la música el cura/monaguillo se equivocó de casette y puso la marcha nupcial!
La verdad no me acuerdo mucho pero creo que duró segundos...

Bueno me acuerdo de eso y de unas viejas que ocuparon el banco de los familiares y no me dejaban sentarme a mí y a una prima porque ellas habían llegado antes!!!
jaajajaja

Me he reido un monton, y se me ha venido a la cabeza una situacion que vivi tambien en un velatorio.En concreto el entierro de mi abuelo, tambien en un pueblo.Bueno, pues como es costumbre en muchos pueblos, estabamos toda la familia y por supuesto todos los vecinos del pueblo.Mis tias y mi madre estaban en una salita acompañadas por otros familiares y nuestra Tata, que ya era bastante mayor.En esta situacioón, entra en la salita en la que estabamos un señor muy mayor del pueblo, y le da el pesame a mi madre, y cuando se dispone a salir, mi tata con gestos le cierra el paso y le da indicaciones de que mis tias están alli tambien, asi que el buen hombre se da la vuelta, y otro pesame, imagino que pensó que ya habia terminado, pues no..... ahí estaba ptra vez mi tata, no dejandolo salir, y dandole indicaciones de que mi otra tia tambien estaba alli, con esta situación nos miramos y empieza a darnos la risa, ya que el hombre vuelve a hacer el intento de irse, el popbre estaba ya no rojo, era una bombilla alumbrando la habitacion!!!, y de nuevo, vuelta a tras y vuelta a dar otro pesame......y nosotras con la risa cada vez más floja, tapandonos la cara para intentar disimular, pues segun supe despues, este pobre hombre era muy tímido y tan solo con el primer pesame ya habia superado todas sus habilidades de relación, y mi tata erre que rre que hasta que no saludara a toda la familia que no lo dejame salir, hasta que la quitamos de la puerta para que el pobre se pudiera ir, momento en el que estallamos en carcajadas.........Fue divertidismo, asi que del entierro de mi abuelo guardo un grato recuerdo, quizas porque el era una persona tambien muy especial.

Sintaxia con u marido asi, no te tienes que aburrir nada, asi da gusto, sinceramente!

Lo de la marcha nunpcial menudo puntazo!! sobre todo cuando no eres parte implicada de forma muy directa, seguramente los mas afectados (hijos) no les hizo ninguna gracia

Ale, me he animado a contaros la mia. En los pueblos tienen una forma de dar el pesame muy rara y peculiar. Cuando murio mi abuela, tenia 92 años, biznietos mayores y por una vez nos juntamos todos en el pueblo (en bodas y demás festejos siempre fallaba alguno). Mi abuela jamás se caracterizo por ser cariñosa, así que la tenias ese cariño que hay que tener a los abuelos por ser los padres de tu padre o madre, el justo que ella cultivo. Hubo tres momentos tensos... por que a mi hermana y a mi nos dio la risa, pero no sonrisita, de las veces que te da con ganas y bien, que lo pasas fatal por que sabes que no es el sitio indicado para reírse. Tengo que decir que los hijos de mi abuela tienen escaso sentido de humor, y por eso los nietos hemos salido muy guasona e irónicos, para compensar basicamente.
La primera en misa, delante nuestro la mujer que estaba, empezo a llorar como si estuviera afectadísima. La miramos y nos dimos cuenta que era la mujer de uno de nuestros primos mayores, que apenas había tenido contacto con mi abuela. Una mujer tb poco cariñosa. Fue mirarla y mirarnos entre nosotras preguntándonos con la mirada, ¿pq lloraba así?, si ni era de la familia (digo eso pq jamas se integro mucho), ni había tenido roce como para venirse abajo de esa manera. Y empezamos a elucubrar si la habrían pagado como plañidera, una cosa llevo a la otra y en plena misa, nos dio la risa. Una tía mía que tengo mas seca que el ojo de un tuerto, nos hecho unas miradas...
La segunda cuando el cura coloco a los hijos (mi padre y todos sus hermanos) en fila, delante de todos, para que la gente fuera pasando para darles el pésame. Parecía la recepción de los reyes, nos volvió a dar la risa y ahí ante la mirada de mi tía, nos salimos de la iglesia.
Y después en la comida en casa de mi abuela. Imaginaros una casa antigua, de adobe, llena de gente a rebosar, todos los hijos de mi abuela, cónyuges, nietos, cónyuges, biznietos (todavía no se había casado ninguno). Y quitando los hijos (lógicamente), el resto con unas ganas de fiesta!!! por que por una vez nos juntábamos bajo el mismo techo todos. La mujer de otro primo mío es andaluza, tiene una gracia y un salero, q si ya necesitábamos poco para reírnos, con ella ya fueron carcajadas. Pues imaginar cuando salió la frase que "ojala la abuela se muriera todos los años, para así juntarnos todos en una comida!" puffffffffffff apareció mi tía, nos echo una bronca! "cualquiera que pase por la calle dirá que si nos alegramos que se haya muerto la abuela, aquí riéndonos!" (un pueblo de la meseta, de estos chiquititos que apenas tiene habitantes) Mi hermana y yo, hablando bajito y riéndonos "pues oye, la muerte no se la deseábamos, pero si uno pudiera elegir no es mala idea esa para morir todos los años!".

Guardo muy buen recuerdo del día del entierro. Me dio pena que se muriera por mi padre, pero firmaba por tener entierros así todos los días, me lo pase genial. Lo mas triste de todo, es que no la tenia especial cariño, pero soy la nieta que mas me parezco a ella, desde su nombre (esto no fue genética, mas bien complejo de Edipo de mi señor padre), a su forma de cara, narices, piernas, postura de la cabeza cuando me quedo quieta, menos mal que yo sali un poco mas cariñosa jijiji

Muy típico todo lo que contáis, jajaja, pienso que el número de entierros al que una persona asiste es proporcional a su edad porque: ¡Cuando yo era chiquitillo no se moría ni Dios! Y ahora a mi tierna edad madura, cuando suena el teléfono, siempre contemplo la posibilidad de que la haya espichado algún conocido o familiar, con la esperanza muy vaga de que mi suegra, al fin, libre a este mundo de un ser maléfico y espeluznante.

A mi suegra le he dicho que su epitafio será:
“Señor, recíbela en tu seno con la misma alegría que yo te la mando” (copiado de alguien que amaba tanto a su suegra como yo).
Todavía resuenan en mis oídos la maléfica y estridente risa-mugido de la bruja esa, y también me arde el hombro cuando recuerdo el zarpazo que me arreó que casi me lo descoyunta y, al parar un poco de risotear cual posesa, me dijo que bailaría sobre mi tumba. Pero yo y con claro desprecio de mi vida argüí que no me extrañaría nada porque sé que las grandes serpientes son muy longevas y que quería un ataúd hecho del árbol de la canela, revestido de marfil con incrustaciones de oro y todo ello embutido en una urna del más puro cristal. Cómo el ataúd que Salomón mandó hacer para el entierro de la Reina de Saba.
Miiiira, si las primeras risas eran demenciales éstas no tenían nombre ni definición. Mientras mi mujer iba a calmar a la policía alertada por los asustados vecinos de las casas de alrededor, ella, el bicho, calmó su… ¿risa? de repente y con voz de la niña del exorcista poseída empezó a soltarme improperios e imprecaciones sólo aptas para oídos de celadores con experiencia en manicomios para casos graves. Ahí y en ese momento creo que mi cerebro hizo como un especie de bloqueo defensivo para sólo dejarme entender algo relacionado con un gran trapo viejo que a modo de sudario envolvería mi cuerpo inerme y finado para posteriormente ser arrojado de una patada por un despeñadero de algún barranco en las afueras de una ciudad que servía de escombrera y de basurero ilegal así cómo depósito de bichos muertos tirados por desaprensivos ciudadanos. Aquí os dejo unas cuantas comas para que las distribuyáis vosotros mismos sobre esto último, ya que lo he dicho de tirón para no pensar mucho en ello: ,,,,,.

Pero hay que ser optimista, qué coño. Cuando la bruja tose yo la miro con la esperanza que esa tos se vuelva estentórea, ya veremos quién entierra a quien. Espero bailar metafóricamente sobre su tumba ya que físicamente no podré por el hecho de que la meto en el nicho más alto de la pared de nichos del cementerio. Una vez pensó en la posibilidad de ser quemada y reducida a cenizas como alternativa al entierro, pero me miró de reojo y al contemplar mi sonrisa de satisfacción conectó de alguna manera su cerebro al mío (puaj) y me vio tirando de la cadena del wáter mientras reía yo cual poseso, para variar. En seguida abandonó esa idea genial a mi modo de ver.

Esta Nochebuena trabajo, Jajajaja. Por fin voy a tener una Nochebuena buena tras largos años de pesadilla en Navidad con el bicho comiendo enfrente.

Jolin, acabas de describir lo que siento yo últimamente cuando suena el fono, quiero pensar que es algo puntual por tener dos personas enfermas muy cercanas. Espero que tarde en recibir dichas llamadas puffffffffffff.

En serio te llevas tan mal con tu suegra?? yo siempre pensé que era un mito, que realmente lo de suegra mala no existía, que te puedes llevar mejor o peor, pero nunca nunca tan mal. Supongo Juan, que a ti no te considero suficientemente bueno para su hija y ahí empezaron las fricciones, no?. Si os decís ese tipo de lindezas a la cara, amenizáis las noches buenas fijo. El resto de familia se parapetara debajo de la cama o pondra la musica a toda pastilla para no oiros, supongo.

Ostias, JuanDeLezo, no sé si tu suegra la espichará pronto, pero a su costa me he partido de la risa

Lo que sí te aconsejo es que si consigues echarle una palada de tierra encima, le dejes antes una nota dentro de la cajita para que quien la reciba sepa lo que hacer con ella...me consta que el diablo agradece éstas cosas.

Mientras tanto, consúelate con chistes como éste :

Una pareja de esposos discutía, y el marido dice:
!Es que tu madre tiene la culpa de todo!
La esposa responde:
-Sí, ya sé que tu nunca has querido a mi madre.
¿Quien dice que no quiero a tu madre? Si yo la quiero igual que a la cerveza.
La esposa, conocedora de la pasión de su cónyuge por la cerveza, le dice sorprendida:
¿Tu quieres a mi madre igual que a la cerveza?!!
Sí, cariño, quiero a tu madre como a la cerveza, porque la quiero fría, con la boca abierta y echando espuma.

Sabes qué pasa, Akasha? Que los hombres tan atractivos como JuanDeLezo o un servidor, siempre tendremos problemas con las suegras porque tienen envidia de sus hijas y destilan todo su deseo en forma de odio...no tiene remedio. Recuerdo un día que JuanDeLezo y yo volvíamos de intentar dar caza a un mamut durante cuatro días y al volver a la cueva su suegra le había tirado las pieles y los sílex barranco abajo. Esto ya viene de lejos...

Juande Lezo, tú a tu suegra le tienes que poner en su tumba: ¡RIP, RIP... HURRA! Es lo que yo le pienso poner a la mía...

Akasha escribió:Jolin, acabas de describir lo que siento yo últimamente cuando suena el fono, quiero pensar que es algo puntual por tener dos personas enfermas muy cercanas. Espero que tarde en recibir dichas llamadas puffffffffffff.

En serio te llevas tan mal con tu suegra?? yo siempre pensé que era un mito, que realmente lo de suegra mala no existía, que te puedes llevar mejor o peor, pero nunca nunca tan mal. Supongo Juan, que a ti no te considero suficientemente bueno para su hija y ahí empezaron las fricciones, no?. Si os decís ese tipo de lindezas a la cara, amenizáis las noches buenas fijo. El resto de familia se parapetara debajo de la cama o pondra la musica a toda pastilla para no oiros, supongo.

Ayyy señor, lo que envidio yo a Adán por no haber tenido suegra. Desde luego, Akasha, siempre se exagera un poquito con esto de las suegras. No sé yo que tienen que ver esas personas con las anécdotas de velatorios, pero seguro que he desviado yo mismo el tema en mi propio post. Nunca termino de conocerme a mí mismo.

Albeys tiene razón: unos tíos tan guapos cómo nosotros deberían hacer que la belleza llegara a las masas y, en ese sentido, abrazar al Islam que te permite tener un número elevado de mujeres. Pero claro, eso implicaría tener un número elevado de suegras… y eso no, never.
En cuanto a la anécdota de la cueva y mi suegra es cierto. La tenían amarrada a un palo en la entrada de la cueva para que sirviera de espantafieras, allí, en el valle del Rift de África, pero se escapó royendo las ligaduras de tendón de cebú: numerosas pinturas rupestres reflejan ese acto vil.

La que no tiene razón es Sintaxia; porque rajar de la santa madre de un marido es blasfemia mortal. Seguro que le pasa como a mi mujer que tiene un concepto erróneo de mi tierna madre, su suegra por la gracia de Dios vía misa tradicional. Verás, Akasha, te voy a poner unos ejemplos de lo que es el malpensamiento femenino cuando se trata de proyectarlo a la madre de un buen marido. He cambiado los nombres propios para hacer ejemplarizante los pensamientos impuros de las yernas malevolentes.

“Las murallas de Ávila no valen mucho. Son 4 piedras mal puestas” (El patrimonio de la humanidad se va al carajo)
“¿Extramuros?¿Qué es?¿Otro pueblo de Ávila?” (Diga usted que sí, señora. Y Extramoros es nuestro barrio de Badalona).
-“En vez de beberme los 2 vasos de agua del régimen antes de comer, me los bebo después porque si no me quitan el hambre” (Tiene plena lógica, si no, no hay sitio para el elefante rebozao).
-“¿Que te dan 50 euros por 2 horas? No merece la pena y te van a calentar la cabeza e intentar vender algo” (Tiene razón, no merece la pena; los rentistas ni van).
-“Eso lo he calculado yo más o menos, a “ojo tubero” (O sea, con un tubito en el ojo, ergo, catalejo de la tienda del espía. Yo prefiero mi ojo de buen cubero).
-“El lomo y las costillas de cordero son alimentos ligeros y van bien para el colesterol” (Y tanto que van bien; el colesterol crece, y crece…)
-“No os hemos instalado el aire acondicionado porque no os habéis comprado los aparatos. Pero, esperaros, no os los compréis vosotros que os pueden timar “ (Mandeeeeeee? Me lo expliquen!)
-“¿Tú estudiaste Historia del Arte, verdad?¡Qué tontería! Visto un cuadro, vistos todos. Los museos son un rollo y todos los cuadros son iguales” (Ya decía yo que Las Meninas de Velázquez se parecían extraordinariamente a Los Girasoles de Van Gogh, sospeché desde un principio que eran fotocopias).
-“Toma, hijo. Tu cena. Calamares a la romana con huevos fritos” (Ideal colesterol, oiga; yo tomo siempre morcillas con nata a las 3 de la madrugada).
-“Nena riega las plantas” (…) (Plantas de secano que se riegan cada 15 días y estaban regadas de hacía 3) “Te duran tanto estas plantas porque son las que se ponen en los bares de cualquier manera y se mean los perros y los gatos y no pasa nada “ (Claro, a mis plantas le faltaba el elemento secreto extra para ser más frondosas, los meados; mecachis, que ignorante soy).
-“Este amigo de Mari Carmen es con quien ella te pone los cuernos (…) (Y en las barbas mismas del amigo en cuestión, sin cortes ni pausas) Igual es maricón y va detrás de ti, hijo” (En realidad a Jorge también le pongo los cuernos con La Sóler, que se acerca a mí porque va detrás de mi marido; claro, ahora todo encaja).
-“Cuando iba al cole sacaba sobresalientes en todo. Era muy buena en matemáticas” (Diga usté que sí, que se quite de en medio el aficionado de John Forbes Nash).
-“Porque mi madre era listísima. Y yo soy muy lista también. Tú te has creído que yo soy tonta. Piensa que te doy 3.000 vueltas y cuando tú vas, yo ya he vuelto varias veces” (Cuidado, siéntese no se maree, tanta vuelta y paseíllo).
“Las personas como tú no me gustan. Eres una mosquita muerta” (Si, es lástima, si estuviera viva le picaba la yugular).
-“¿Habéis comprado las entradas al concierto de Paul McCartney sin contar con nosotros? Da igual, compramos unas al azar y nos ponemos al lado vuestro, no pasa nada” (Ojo al dato, superconcierto y butacas numeradas, quién es el guapo que le quita el sitio a quién. Encima no fueron, lo hacían pa fastidiar).
“Nos recogemos del paseo a las 8 que es cuando llega mi marido. Si mi hijo llega a las 7, que se joda, mala suerte” (En realidad buena suerte para Jorge, porque a quien da la brasa su madre en ese momento es a mí).
-“Vamos a Zara” (Sí, así se comprará una chaqueta para su dedo gordo, que los resfriados de dedos son muy traicioneros).
-“Yo tengo el vientre muy liso. Lo que pasa es que tengo mucho pecho” (Y Montserrat Caballé no está gorda, sólo está musculosa).
-“Me he quedado sin saldo porque no tenía cobertura” (Y mi móvil tiene cobertura en Japón en los días nublados, siempre y cuando mi saldo no supere los 15 euracos).
-“Por cierto, ¿quién es el A?(…) Ah, ¿es del PP? (…) ¿Quién es el Albertito? Yo creía que el alcaldable era el Piqué (…)” (Es que Piqué es todopoderoso, es alcalde de Barcelona, sexador de pollos a tiempo parcial, presidente del PP, y delega en Albertito porque por las noches combate el crimen en la ciudad con sus gaviotas teledirigidas. Señora, usté que vota al PP ¿sabe lo que vota y a quién?).
-“Por un día no pasa nada” (Aunque lo diga usté todos los días, eche usté pálante, que los demás somos tontos y cuela, usté viene de una familia de alto intelecto).
“Veo cosas muy raras” (Sí, pero si también resulta que las ve usté tós los santos días, “a la mejó” la rara es usté en sí misma).
-“Esto está sucio” (En mi casa, siempre encuentra algo aunque esté acabado de limpiar; es la fórmula mágica para quedar bien cuando viene de visita).
-“Mi hijo es tan listo… sin embargo, tú…” (Claro, ya habíamos quedado en que usté venía de una familia de intelectuales y que John Nash se podía retirar; no insista, si ya se le nota en su sola presencia).
-“Comed bizcocho (…) Comed (…) acabaros esto, acabaros aquello(…) más patatas fritas (…)” (Joooooope, así no hay forma de hacerle un hueco al elefante rebozado).
-“Se me ha acabado la bayonesa” (Pós nos comemos el follo con fatatas pritas).
-“Si fueseis venido antes os fuese hecho…” (Si habla así, no quiero ni saber los que nos puede llegar a hacer).
-“Tienes las piernas más gordas que yo” (Seguro, por eso me pasa pantalones que ni le cojen y a mí me están inmensos y les meto; es que me encanta petarlos como el Increíble Hulk).
-“La altura no tiene nada que ver con el peso a la hora de determinar si una persona está gorda o delgada” (Los petroleros tampoco tienen nada que ver con el petróleo, en realidad transportan hilillos de plastelina ¿eh, Rajoy?)
-“¿Tu prima?¿La de las piernas gordas?” (Bueno, en relación con un alambre quizá, en relación con usté… vamos a dejarlo).
-“Claro que te hacen daño esos zapatos, son de los chinos de 3 euros” (En la zapatería me timaron, me cobraron 30 euros por unos míseros zapatos de piel de chino cudeiro).
-“¿Cómo van los trillizos?” (Señalándome la barriga; espera, he roto aguas, ya salen, dios, he parido mulatitos (cagao)–tiro de la cadena-).
-“No tomes más cerveza que tienes barriga. A mí me apetece otra” (Bébase 3, si hemos quedado que tiene el vientre liso).
-“No he podido elegir la iglesia, ni la sala de banquetes, ni(…)” (Menos mal que era mi boda, porque, ¿era mi boda, no?)
-“Yo leo mucho. Tengo libros muy buenos (3 en total contando el listín), como el Quijote” (no se lo ha leído entero, ni siquiera la mitad, como cuando le hice el trabajo del libro de 200 págs de El Viejo que Leía Poemas de Amor, un libro de letra gorda del que no llegó ni a la quinta página; es que con su gran intelecto se aburre de leer porque ya intuye el final sólo con el título).
“¿Esto? ¡Ensaladilla normal y corriente! No demuestra que sepas cocinar” (Menos mal que no le saqué las esferificaciones de mierdas con tomate, que si no…).
-“Este cuadro es La Choconda ¿Es española?” (Sí, de Albacete mismo y se llama así porque chocó con un camión; nada que ver con su prima italiana Gioconda –y menos mal que no dijo que era La Mona Chita).
-“Nos gusta mucho el cine. Conozco a todos los artistas (…) por cierto, ¿quién es Russell Crowe?” (Nadie, no se preocupe, era sólo para ponerla a prueba. Donde estén el Esteso y el Pajares…)
-“¿Esto es la película que sigue, o son los anuncios?” (No, es el Nodo, que ahora lo ponen en medio pá fastidiar, no te jode…)
-“No he tenido en mi vida una cucaracha en casa” (No pasa nada, es que el resto de la miserable humanidad “semos asín” de guarros).
-“Mi nene se mantiene en el peso justo y tú estás más gorda” (El peso justo para ganar su peso en oro, de esta nos forramos).
-“Estás más gorda, Mari Carmen. Jorge, ¿te alimenta bien? Seguro que ella come más que tú y no te deja apenas nada” (y porque no tengo el elefante rebozao a mano, que si no…).
-“El Red Bull que tanto bebes te ataca el cerebro” (No me asusta, si todo el mundo es tonto menos ella por mis sesos no he de temer. El agua ataca al pie si te cae un garrafón de diez litros en el dedo gordo y no está protegido por un abrigo del Zara).
-“Cuando estoy en casa no conecto el aire acondicionado porque no sé como funciona. Espero que venga mi hijo Raúl de trabajar” (Claro, con lo lista que es usté y no ha aprendido aeronáutica para encender el aire. Ah, no, que lo suyo son las mates).
-“Me pide el Puk. Si yo he puesto bien el PIN (…)” (Mi coche arde, pero si apenas le he echado gasolina por encima y me he encendido un habano, no lo entiendo).
-“La chaqueta que te dejé te la puedes quedar (…)” (Eso es generosidad, ya tengo edredón de matrimonio pal invierno).
-“Nena, ordena tu casa (…)” (después de su habitual inspección a “ojo tubero”; lo que no sabe es que es una estrategia por si entra un caco; así se cree que el piso ya está saqueado).
-“Esta letra es la tuya, no me engañas” (No, no la engaño, que lista es usté que no conoce la letra de su propio hijo gastándole una broma porque no llevaba el “ojo tubero” instalao).
-“Habíamos quedado el 6 de enero. Lo que pasa es que tú tienes muy mala memoria. Sin embargo yo tengo una memoria muy buena (…)” (Ese día me armó un buen espectáculo y no aceptó mis reglaos, estos intelectuales son tan fisnos y sensibles…)
-“Nena, hoy en día una carrera la tiene cualquiera. No cambies de trabajo, que tampoco vas a encontrar nada “ (Esto es dar ánimos y lo demás, tontería).
-“¿Qué vendes hoy?” (Mi alma al diablo por librarme de usté).
-“¿Por qué tienes amigas si estás casada?” (Y me pregunto yo, ¿por qué fumo si es verano? ¿Por qué voy en coche si llevo bragas?).
-“¿Cuándo vamos a Águilas?” (Autoinvitación a casa de mi abuelo; pero lo cortés no quita lo valiente; cualquier 31 de febrero o ad calendas graecas está bien).
-“¿Vende el coche tu padre?” (Típica mofa a la tartana de mi viejo, como ella tiene dos Ferraris y un Masseratti).
-“Tu abuelo maneja mucho dinero ¿No se irá de putas? (No, mi abuelo tiene mejor gusto, nunca iría con usté)
-“Te acompaño a regarle las plantas a tu madre” (Así podrá extender la inspección de mi casa a casa de los demás, pero no se olvide el “ojo tubero”).
-“No te me acerques ¿es contagioso?” (No , es el protocolo ideal para recibir visitas, ni la reina Sofía lo hace mejor).
-“¿Seguro que te ha picado un mosquito en el ojo? Puede ser un “arzuelo” (…)” (y los “onzuelos” sirven para ir a pescar).
-“¿Qué tal tu padre? ¿En misa, no?” (si, rogando al señor por la desdichada alma atormentada de su hija, una nuera en apuros).
-“La casa golía a quemado” (Se habían quemado los caramelos Golia, supongo).
- “Pasábamos por la farmacia y de poco no me confrento con Ángel (el farmacéutico) que me hubiera entretenido” (Pero, a ver, ¿es que le gusta encontrarse a la gente por la calle sólo para iniciar una “confrentación”? El caso es crispar).
- “Tu abuelo tiene mucho dinero, Mari Carmen ¿No se irá de putas? Je, je” (Ataca y a la vez se ríe dicharacheramente, pero que yo sepa mi abuelo no la conoce a ella).
- “Mi móvil es marca Carrefour y sólo lo puedo cargar allí” (El mío sin embargo es marca Almacenes Don Manolo; que yo sepa tiene un Nokia).
- “Tienes la cara llena de granos. No, no te acerques ¿Es contagioso? (al explicarle que es una reacción alérgica vuelve a replicar) ¿Pero eso no es contagioso? Y si se han equivocado los médicos y tienes la peste aviar” (Es que dan los carnets de medicina en las tómbolas; a mí sin ir más lejos me tocó hace poco un Carnet del FBI).
- “Pero, nena, ¿quieres adelgazar? Si se te va a llenar toda la cara de arrugas” (más ánimos pal cuerpo; ella tiene menos arrugas porque está para reventar y la piel le tira).
- “¿Qué quieres cambiar de trabajo? Está la cosa muy difícil y no lo conseguirás. Además piensa que hoy día una carrera la tiene cualquiera (Si, usted 3 en las medias y sus hijos bachilleres).
- “Pero, nena, si la lavadora no está llena, vas a desperdiciar agua (le explico lo del botón mitad de carga). Pero ¿eso se puede poner en una lavadora?” (Vuelñve a hablar un ama de casa experimentada y experta, que está enterada de todos los entresijos del hogar; del hogar de la Pantoja, del hogar de Belén Esteban…)
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¿Te das cuenta cómo mi suegra mete en la cabeza ideas raras a su hija, mi mujer? ¿No es pa matarla? ¡Ah! ¡Qué suerte tuvo Adán! Qué cabrón.

Os voy a contar algo tan real como la vida misma. Yo no soy del lugar en donde vivo, y siempre he dicho que me gustaria volver a mi ciudad natal aunque sea despues de muerta. Esto solo lo entenderá la gente que viva fuera de su ciudad.

Pero cual es mi sorpresa, que el primer regalo de reyes despues de casada, mis maravillosos "suegros" ¿sabeis lo que me/nos regalaron? Un nicho en un columbario, en la parroquia de donde ellos son asiduos.

Cuando mi marido y yo abrimos el sobre del certificado de propiedad el dia de reyes, yo no sabia si reirme o llorar. 20 años despues sigo sin entenderlo, aunque desde luego ellos han hecho meritos para que cualquier dia me de un patatus y lo tenga que estrenar.

Para más recochineo os dire que en esos primeros reyes solo llevaba un mes y un dia de casada, pues me case un 7 de diciembre.

Yo les dije que lo sentia mucho, pero que yo no lo iba a usar (ingenua juventud por mi parte) que si algo me pasaba queria que me entarrasen en mi ciudad, que en todo caso lo usaría su hijo no yo, y encima fui yo la que les di a ellos el dia de reyes por desagradecida.

Así que os puedo asegurar que hay suegros que te quieren controlar la vida y hasta la muerte, aunque hasta la fecha me he resistido con uñas y dientes.



Pd. No se si la suegra de Juandelezo es "tan asi" pero con los mios, os puedo asegurar que podría escribir una enciclopedia.

Desde luego, Chapulin, yo estoy con tu suegra, eres una desagradecida...un regalo que te hace y ni lo estrenas

Tu aguanta, pero la lucha contra las suegras es una batalla perdida, Chapulin, nos llevan muchos años de ventaja en las técnicas de tortura psicológica. Juntan a tu suegra y a la de JuanDeLezo y ríete tú de Guantánamo

Para que entiendas que lo de tu suegra viene de antes, ya en Roma era común la costumbre de acompañar con regalos (strenae), los buenos deseos y las felicitaciones (congratulationes) con ocasión de las fiestas de Año Nuevo y Natalicias (de cumpleaños). Incluso rendían culto a Strenia, la diosa de la buena salud y de la buena suerte. En español la palabra estrena tiene el significado de obsequio que se hace para demostrar la satisfacción o la alegría en la celebración de un acontecimiento feliz. Es un sinónimo de aguinaldo. De ella procede el verbo estrenar, en el que subyace la idea no sólo de principio, sino de buen principio de algo. Es la que acompañó siempre a los aguinaldos de Año Nuevo: la idea de empezar, de estrenar bien el año.

Ves como en el fondo tu suegra te quiere...

Un borracho le grita a su mujer:

"¡Mi amor, tu madre se cayó del segundo piso!"

"¡Cómo! ¿Cuándo fue?"

"¡Hace unas dos horas!"

"¡Y ahora me lo dices, borracho estúpido!"

"¡Es que no podía hablar de la risa!"

JuanDeLezo escribió:
A mi suegra le he dicho que su epitafio será:
“Señor, recíbela en tu seno con la misma alegría que yo te la mando” (copiado de alguien que amaba tanto a su suegra como yo).
Todavía resuenan en mis oídos la maléfica y estridente risa-mugido de la bruja esa, y también me arde el hombro cuando recuerdo el zarpazo que me arreó que casi me lo descoyunta y, al parar un poco de risotear cual posesa, me dijo que bailaría sobre mi tumba.

Fácil, pide que tiren tu cuerpo en medio del mar, así al tratar de bailar sobre tu tumba se ahoga

Jojojojo… Claro que mi pobre suegra no es así. Ella misma se ríe un montón de las cosas que escribo… bueno, de algunas no, pero sí del resto, jajajaja. Exagero tanto para llamar la atención sobre un deporte tan popular en España como es el rajar de las suegras y me pongo a mí mismo cómo ejemplo, pero vamos, nada que ver con la realidad. O casi nada… jeje. También he puesto lo que piensa mi esposa de su suegra para compensar un poco, pero cualquier parecido con la realidad es casi pura casualidad.

Oye, Chapulín: ¿y no puedes subastar esos nichos? Una pasta tienen que valer, pero es que vosotras les concedéis poco interés a las cosas prácticas y valiosas. Si alguien regala una lavadora estupenda a su mujer en su cumpleaños, ella, en vez de besarlo, le da con la lavadora en la cabeza, con lo que pesa y con lo que cuesta… tse, tse, tse.

Pero la ocurrencia de tus suegros (juaaajajajaja) me ha dado una idea: le regalo a mi suegra un ataúd barato e insisto en que se lo pruebe. Si le queda bien (que ya cuidaré yo de tomar bien las medidas) se lo queda puesto, jojojojojo… ¡Coño! Hablando de ataúdes, velatorios y entierros: ¿conocéis el caso de los ataúdes deslizantes en Las Barbados? ¿Nooo? Voy a buscar el artículo…

El Misterio De Los Ataúdes Deslizantes

El 6 de julio de 1812 en las cercanías de la bahía de Oistin (Isla de Barbados), un grupo de enterradores se dirige al cementerio de Christ Chursh con el cuerpo difunto de la señora Dorcas Chase.


En el panteón familiar, una edificación sólida, construida con grandes bloques de coral unidos con cemento, se encuentran ya los ataúdes de Thomasina Goddard y Mary Anna María Chase, enterradas en 1807 y 1808 respectivamente. La pesada losa que cubre la tumba familiar, de 4 por 2 metros de superficie y semienterrada a la entrada del camposanto, es retirada con gran trabajo por el personal, debido a su considerable peso, y el ataúd es entrado posteriormente en su interior. Las tinieblas son cerradísimas allí dentro, y cuando los sepultureros encienden sus quinqués, se encuentran con una visión realmente aterradora. El ataúd de Mary Anna María había sido movido hacía un rincón y el de la señora Goddard, se encontraba ahora pegado contra la pared opuesta a la entrada. Los enterradores y familiares asistentes no dan crédito a sus ojos y la tumba es de nuevo cerrada con gran dificultad, no sin antes haber depositado en el suelo el ataúd de Dorcas Chase y puestos de nuevo en su sitio los otros dos.
El suceso conmovió a toda la familia y no comprendían cómo unos ataúdes, a la sazón revestidos de plomo, habían sido removidos en semejante lugar. En un intento por buscar culpables y racionalizar lo sucedido, se acuso a los esclavos negros de tal profanación. Se sabía que los negros habían asistido al entierro de la primera hermana Chase y que era poca la simpatía que tenían por el patriarca Thomas Chase, cuyo comportamiento cruel y tiránico había llevado al suicidio a su hija Dorcas. Sin embargo, los negros antillanos rechazaron la acusación y en su lugar mostraron miedo y respeto por lo que consideraban era obra de los espíritus. ¿Quién, entonces, era el responsable de tan macabra broma?. Nada de todo aquello tenía el menor sentido pues los ataúdes, aparte de ser removidos, no habían sufrido ningún deterioro ni faltaba pieza alguna que hiciera pensar en un robo. ¿Es posible que los negros se tomaran molestia tan grande para obtener unos resultados tan insignificantes? No es probable, y el suceso así quedó, hasta que un mes más tarde, el 9 de agosto de 1812, Thomas Chase murió también, siendo llevado su cuerpo al mismo panteón. En esta ocasión, los ataúdes seguían estando en su sitio, pero el 25 de septiembre de 1816, cuando la losa fue de nuevo levantada para enterrar a un niño llamado Samuel Brewster Ames, los ataúdes volvieron a encontrarse desordenados. Como en ocasiones anteriores, la culpa recayó otra vez sobre los negros, que retornaron en su insistencia de que ellos no habían sido.
El 17 de noviembre se creó una gran expectación en Oistin, cuando otro difunto fue trasladado desde el cementerio de St Philips al panteón familiar de los Chase. Una gran multitud se congregó en el lugar para observar los extraños movimientos de ataúdes. Cuando la bóveda fue abierta, todos los féretros habían sido cambiados de lugar. El de la señora Goddard, se hallaba deteriorado y roto por el desgaste y desplazado a la pared opuesta, y todos los demás sarcófagos, desperdigados en desorden por el suelo. Inútilmente se trató de descubrir algún indicio que explicara lo sucedido. Las paredes, el suelo y el techo, seguían estando en buen estado y no existía recodo alguno por el que pudieran pasar los posibles bromistas. Los ataúdes fueron reordenados, y la pesada losa fue vuelta a cimentar en su sitio.
Durante tres años, el panteón, que no había sido vuelto a abrir, fue objeto de la visita de los curiosos. Su fama llegó incluso a Europa y muchos fueron los que tomaron interés por ese misterioso cementerio de Barbados. El 17 de julio de 1819, Thomasina Clarke, murió, y su cuerpo fue trasladado al panteón. Para entonces, hasta el mismo gobernador de Barbados, el vizconde de Combermere, asistió al sepelio, acompañado por un centenar de observadores deseosos de encontrarse con el misterioso fenómeno. Y sus ansias quedaron satisfechas pues cuando los albañiles retiraron la losa, los ataúdes del interior se hallaban otra vez desordenados y desperdigados por todo el lugar. El registro que se hizo por los peones fue realmente exhaustivo, pero, como en ocasiones anteriores, no se encontró ningún indicio de profanación. Los féretros fueron entonces colocados en su sitio y se decidió recubrir el suelo entero de fina arena, para descubrir las huellas del posible culpable. Cuando la bóveda volvió a ser tapada, el vizconde de Combermere y dos funcionarios, marcaron el cemento con su sello, formando así una película infranqueable.
El 18 de abril de 1820, el panteón volvió a ser abierto. Hasta entonces el lugar no había sido utilizado, pero la expectación despertada en el público y el deseo del vizconde Combermere por comprobar si su experimento había dado resultado, hicieron que ese 18 de abril, se desvelara el misterio, a pesar de no haber ningún finado para ocupar un hueco en la sepultura. El vizconde Combermere, acompañado del Honorable Nathan Lucas, el secretario de gobernación, mayor J. Finch, el señor Rowland Cotton, el señor R. Bowcher Clark y el reverendo Thomas Orderson, se dirigieron al cementerio de Christ Church, con un grupo de asustados peones negros, dispuestos a levantar la losa.
Todo estaba como lo habían dejado, es decir: el cemento estaba intacto y los sellos oficiales seguían en su lugar, sin haber sufrido ninguna perturbación. Con esto, todos pensaron que el interior se encontraría también en buen estado, pero cuando el cemento fue picado y la losa retirada a un lado, se sorprendieron al escuchar un extraño rozamiento surgiendo de la oscura bóveda. Uno de los ataúdes de plomo había sido arrojado contra la losa y al ser retirada esta por los albañiles negros, la sepultura había sido arrastrada con ella. Los cada vez más aterrorizados negros comprobaron que el ataúd de Mary Anna María, se encontraba ahora empotrado en la pared del fondo, y del tal manera, que incluso el muro había sufrido daños. Los demás féretros estaban diseminados por el suelo de forma caótica. El vizconde Combermere, no daba crédito a sus ojos. El exterior de la bóveda seguía estando tan sólido como siempre, por lo que nadie podía haberse colado dentro por algún resquicio, y la fina arena depositada en el pavimento interior, no presentaba muestras de huellas o de presencia humana. Si alguien había entrado allí, pensó el vizconde, desde luego no era de este mundo.
El honorable Nathan Lucas, dijo de la inspección que hizo del lugar:
«Examiné los muros, el arco y toda la bóveda: todo era igualmente antiguo; un albañil, en mi presencia, golpeó minuciosamente el suelo con un martillo: todo era sólido. Confieso que no puedo explicar los movimientos de esos ataúdes de plomo. Ciertamente, no se trata de ladrones, y en cuanto a broma pesada o truco, hubiese sido necesaria la participación de demasiada gente y el secreto hubiera sido descubierto; y en cuanto a que los negros hayan tenido algo que ver, su miedo supersticioso a los muertos y a todo lo que con ellos se relaciona, excluye cualquier idea de esa clase. Todo lo que sé es que ocurrió y que yo fui testigo del hecho.”»
Desde aquel día, los ataúdes no volvieron a dar motivos para el misterio, pues todos ellos fueron sacados de la bóveda y trasladados a otros lugares del cementerio. Jamás se llegó a saber qué ocasionó semejante suceso incongruente y nunca más se le volvió a dar publicidad. Una multitud de teorías surgieron en aquella época, tratando de solucionar el enigma pero ninguna era lo suficientemente sólida como para validarla. Se habló de pequeños seísmos, de negros vengativos, de bromistas recalcitrantes, pero todas fueron desechadas por falta de consistencia y de pruebas. El misterio continuó así, y aún hoy se sigue hablando en Barbados del misterio de los ataúdes deslizantes.
En la actualidad el panteón está vacío y puede ser visitado por los curiosos que desean rememorar aquel extraño incidente. Sin embargo, no es necesario trasladarse hasta allí para encontrarse con caprichosos ataúdes andarines. “Antiguas Historias Antillanas” fue un libro publicado por sir Algernon Aspinall. En él, el autor nos describe un suceso similar acaecido en Stanton (Suffolk, Inglaterra) en 1815. Como en Barbados, los ataúdes de Stanton habían sido movidos al menos en tres ocasiones, llegando incluso a ascender unas empinadas escaleras. En 1867, el señor F.C. Paley, de Gretford, en las cercanías de Stamford (Lincolnshire, Inglaterra), relataba un hecho similar sucedido en un panteón local y confirmado por varios testigos. Al igual que en los dos anteriores, los ataúdes fueron removidos repetidamente, quedando incluso alguno de ellos, apoyados verticalmente contra la pared. En 1844, en Arensburg, en la isla báltica de Oesel, ocurrió algo parecido en el panteón familiar de los Buxhoewen. En el transcurso de un misa por los funerales de un familiar, se dejó sentir en el interior de la bóveda privada, unos extraños ruidos que alertaron inmediatamente a los concurrentes. Los más atrevidos, abrieron el panteón y descubrieron boquiabiertos, cómo los féretros de sus difuntos se encontraban desperdigados por el suelo, sin orden alguno.
Con el tiempo, el presidente del tribunal eclesiástico local, el barón de Guldenstabbe, encabezó una investigación oficial y ordenó que la bóveda se abriera. Los ataúdes, pese a haber sido reordenados, y la puerta principal cerrada con llave, se encontraban de nuevo desordenados y dispuestos en difíciles posiciones.
El barón Guldenstabbe, lejos de atribuir el misterio a agentes sobrenaturales, ordenó que el suelo del panteón fuera picado y levantado, con la intención de encontrar algún pasadizo secreto por el cual pudieran haberse colado los bromistas o los profanadores de tumbas (profanadores inexistentes, pues jamás fue robado nada). No obstante, el resultado fue negativo, no encontrándose ningún resquicio sospechoso. La Bóveda fue de nuevo pavimentada, y como ocurriera en Barbados, su suelo recubierto, en esta ocasión, de ceniza, mucho más sensible a las huellas que la arena. Como en Christ Church, también aquí se imprimieron sellos ocultos en la losa, que se romperían en caso de que alguien la abriera secretamente; además, el barón dispuso que unos soldados vigilaran el lugar durante tres días y tres noches. Cumplido el plazo, el comité investigador se desplazó otra vez al cementerio. Los sellos secretos permanecían intactos, la ceniza desperdigada en el suelo, no presentaba señales de huellas, pero los ataúdes, de nuevo estaban desperdigados en el interior de la bóveda, estando algunos rotos o boca abajo. El comité de Arensburg y los Buxhoewden, rendidos ante la evidencia, no pudieron hacer otra cosa que trasladar los féretros a otro cementerio y dejar que la providencia explicara algún día el misterio; lo que nunca ocurrió.
El misterio de los ataúdes deslizantes, tanto en Barbados, como en Stanton, en Stamford o en Arensburg, sigue siendo un misterio insoluble. Muchos fueron los que intentaron dar una explicación plausible al fenómeno, sin que ninguna de ellas, como hemos indicado antes, resultara consistente. En cuanto a Barbados, se sabe que el lugar se encuentra rodeado por un cinturón sísmico que posiblemente fuera el causante del movimiento de los ataúdes, pero también se sabe que en esas fechas no se registró presencia sísmica en la zona y que, de haber sido así, todos los ataúdes del cementerio se hubiesen movido y no sólo los del panteón familiar de los Chase. Corrientes subterráneas e inundaciones, fueron otras de las teorías barajadas. Pero la bóveda de Oistin, estaba por encima del nivel del terreno y su estructura era estanca; lo mismo ocurría en Stanton, Stamford y Arensburg.
George Hunte, autor de “Barbados”, un libro en el que se trata del misterio de los ataúdes, ofreció una teoría que intentaba explicar el suceso: “El gas de unos cuerpos en descomposición, y no espíritus malignos, fue responsable de las violentas separaciones y del desorden que desbarató el trabajo de los enterradores”. Aunque esta hipótesis parecía, en parte, solucionar el problema, nadie se preguntó cómo era posible que unos simples gases de procedencia humana podían mover unos féretros recubiertos de pesado plomo, de los que cuatro hombres apenas eran capaces de mover.
El misterio siguió y seguirá, me temo, sin solución, para el resto de la vida. Todas las hipótesis vertidas en el asunto, con la intención de explicarlo, han fracasado irremediablemente. Sólo cabe, pues, buscar su origen en otro lugar quizás no tan humano. Ante enigmas como este, uno se siente tentado en pensar en influencias del Más Allá, o en una capacidad psíquica desconocida hasta el momento, capaces de mover objetos pesados y ocultos con la simple fuerza de la mente. Es posible que, por razones fuera de toda lógica, los asistentes a aquellos sepelios, utilizaran sin saberlo una capacidad mental extraordinaria e inconsciente, causantes de ese deslizamiento sin sentido de los ataúdes; esto, reforzado con la convicción, el miedo y el deseo de los que se agregaban para encontrarse con el fenómeno, pudo potenciar aún más el suceso, hasta que, simplemente, se suprimía trasladando los féretros a otros lugares, acabando así con la tentación involuntaria de los eventuales psíquicos. Sin embargo esto no deja de ser una teoría más, tan válida o inválida como las anteriores, que en ningún caso clarifica contundentemente el suceso. El misterio de los ataúdes deslizantes, es, y seguirá siendo, un asunto para los hechos insólitos, y patrimonio del acervo popular.

Madre mia Chapulin, con una suegra así quien necesita enemigos. Lo que no termino de entender es como se lo pudieron tomar a mal. Yo al año siguiente les hubiera regalado una corona de flores, para que ya tuvieran para su propio entierro el aderezo. Básicamente para corresponderles en el regalo. Yo siempre intento devolver los regalos midiéndolos por los que me dan a mi, para quedar igual de bien. Yo, como tú, tb vivo fuera de mi tierra. Pero pensar en el día que me muera, me da yuyu, después de muerto el burro la cebada al rabo, q me incineren y que hagan lo que les de la gana con las cenizas. Total, ni lo voy a ver

Con el chiste y las ocurrencias de Lezo me he reído de lo lindo. La idea del mar me parece buenísima, me la apropio por si algún día la necesito.

Me ha dejado pasmada lo de los ataúdes, mira que me gustan esos temas y jamás había oído hablar de ello. El de cuarto milenio no ha hecho ningún reportaje??? claro que ahora mas que por lo sobrenatural le ha dado por la ciencia. Lo que me jode, con perdón, de estas historias, es que no me den una posible solución.

Sobre suegras, ya me imagine que exagerabas jijiji. Yo lo que he visto a mi alrededor (no lo he vivido en carnes propias) es que la suegra que sale mala, es independiente del sexo del vástago, y las peores suelen ser las madres de ellos, por que suelen ir acompañadas de un "complejo de Edipo" por parte del memo del hijo, que esta siempre "mi madre ésto lo hacia así... a mi madre ésto le sale mejor... ves?... eso te pasa por no hacer caso a mi madre, ya te lo dijo ella!". Así que ante ese refuerzo suelen amargar a todos los de su alrededor, pero sobre todo a la incauta que se casa con ese memo de hijo. El amor es ciego y ahí nada se puede hacer. Si he llegado a conocer alguna cabrona de este tipo que gracias al apoyo del hijo, han amargado la existencia a la nuera. Y aunque no lo sufrí en carne propia, casi estuve a punto de tener una, eso si, a mi me gusta poco que me organicen la vida (herencia de padres muy controladores hasta edad adulta) y la pare los pies desde el principio. Pero no me cabe la menor duda, que si me hubiera casado con el hijo, hubiera seguido haciendo intentos y hubiera sido una lucha constante.
La mujer q es mala y llega a ser suegra el día de mañana, se meterá donde no la llamen, sea madre de él o de ella.

Por cierto, me voy apuntar ese libro de las Barbados... suena muy interesante!

De los suegros nadie dice nada, ¿eh? Bueno, supongo que no tienen mucho tiempo para dar la lata ya que al poco mueren y sieeeeempre quedan ellas. Yo desde hace años no tengo suegro ni mi mujer tampoco atendiendo a la máxima de que cada español se casa con su viuda.

A mí que me incineren también, qué coño, así si alguien quiere bailar sobre mi tumba se quema vivo que duele más que morir ahogado (como propone acertadamente elgatogordo). No obstante, que me pongan antes dos monedas de oro en los ojos, nada de dos de dos euros, para pagar a Caronte y pasar al otro lado del río Aqueronte en busca de los Campos Elíseos en el reino de Hades… vayamos a pollas que uno es ateo hasta cierto punto limitado por la Ciencia. Fíjate tú esos ataúdes inquietos de aquí pallá y de allá paquí, ¿Dónde irán? ¿Qué extraña fuerza los mueve? No existe bromista que tenga la paciencia de que alguien más muera para contemplar descojonado de risa el resultado de su broma. Por cierto, eso de los ataúdes deslizantes lo escuché hace tiempo en mi programa favorito de radio que se llama “La Rosa de los Vientos”.

Ya que hablamos de velatorios conviene recordar… ¡Ah! en este último que he estado, claro, tenía que pasar algo cómo en todos en los que he estado y se fue la luz. Esa madrugada del día de la Inmaculada, el santo de mi mujer, cayó en Granada un diluvio mini-universal con tormenta eléctrica de dos pares de cojones ambos de dos yemas, pues bien, un rayo fue a parar al transformador de luz que daba energía a toda esa parte de Granada y en donde, cómo no, estaba incluido San José, el cementerio de la ciudad (ver fotos del Ideal de Granada del martes y os haréis una idea de Venecia). En seguida empezó a funcionar el generador de emergencia hasta que se agotó y quedó todo a oscuras. ¡Tócate los cojones! El bar que funciona las 24 horas del día no atendía, snif, y yo con todo el cachondeo del mundo fui a por velas a una oficina, jejejejeeeeejeje, -¿velas?- Me dijeron. –Sí, velas de toda la vida. Estamos en un velatorio sin luz y no vemos nada, luego ustedes están obligados a suministrar velas en caso de fallo de la energía eléctrica. Vale que se imite la llama de una vela con una bombilla mientras descaradamente el cable va por el suelo rodeando al ataúd y enchufado a un multienchufe a la vista de todos, vale, pero es un velatorio pagado y queremos velas. ¿Sería tan amable?- Argumenté con cara enfadada. –Pues lo siento pero no tenemos- me dijo el tío con cara compungida-La empresa no nos ha dado nada pero les puedo prestar una linterna mientras vamos a buscar velas- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!! Obviamente me abstuve de reír y denegué seguro mientras le decía que ya nos apañaríamos con la pantalla de los móviles y que por favor nos trajeran una botella de anís del bar. Al poco vino la luz y todo quedó en nada, es decir, ni velas ni anís.

A lo que iba, velatorio viene de velar, de vigilar al muerto no sea que tenga catalepsia y se levante cómo tantos enterrados vivos. Eso me recuerda a una de las frases más buenas que he escuchado yo en mi vida: “Decíamos ayer…” dicha por Fray Luís de León, tras cinco años de cárcel en los calabozos de la Inquisición, a sus alumnos de la Universidad de Salamanca, con dos cojones. Pues bien, a este hombre y según cuentan, lo iban a nombrar Santo a los años de muerto, claro, en estos casos la Iglesia es como la vida misma: a uno no se le reconocen los méritos hasta que te mueres. A sí que debido a no sé qué coño de ritual debían desenterrarlo para proceder a la Santificación del finado, peeeero, observaron que la tapa del ataúd tenia multitud de arañazos y que evidentemente habían enterrado vivo a fray Luis. ¿Y que deciden? Pues que había dado señales de cobardía ante la muerte y que olvidara lo de Santo. Todo esto ocasionó un trastorno enorme en el Cielo ya que Dios había preparado un banquete-fiesta en su honor y tuvo que despedir a todos los de la fiesta sorpresa a seguir siendo felices cada uno por su lado. Un granizo expiatorio mandó ese año sobre la región del malentendido.

… Ya me he perdido… ¿A qué coño venia todo este rollo? ¿A santo de qué?

Me has vuelto a dejar con la boca abierta, no sabia que había pasado eso con Fray Luis de León. Lo de la clase si, si siendo de Salamanca no lo sé, seria para matarme. Pero con lo otro me has dejado a cuadros. Ahora que viene la navidad y nos juntamos todos los amigos allí, me va a faltar tiempo para contarlo en una de nuestras cenas.
No sabrás donde encontrar mas información sobre este tema, verdad? aunque por internet me voy a poner a buscar ahora mismo

¿Ein? Pues que yo sepa eso no está demostrado, no sé, cuando el río suena… No creo que sea una leyenda urbana porque con la Iglesia todo es posible y este hecho más aún. Puede ser que, al tiempo, la iglesia avergonzada tratara de esconder tamaña gilipollez suya. Lo mismo descubrieron un ataúd arañado de algún Papa y llegaron a la conclusión de que era una reacción muy humana que hablaba bien de la obra de Dios.

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